El Bilbao Basket disputa esta tarde (19.45 horas) ante el Gipuzkoa Basket el sexto y último amistoso de la pretemporada. Como ocurrió en la Euskal Kopa con el Iraurgi, el de hoy también tiene un componente conmemorativo ya que sirve para celebrar el 50 aniversario del Askatuak, entidad que durante muchos años fue el máximo representante del baloncesto donostiarra y guipuzcoano en la élite. El choque, que vuelve a enfrentar a ambos equipos después de tres campañas, se celebra en el Polideportivo Josean Gasca, uno de los fundadores del club homenajeado y de la propia ACB.

Tras las victorias ante el Coruña, el Napoli y el Lleida y las derrotas ante el París Basketball y el Baskonia, los hombres de negro se miden a un equipo de la Primera FEB que está metido en una pretemporada atípica por esa Copa España que ha parido la FEB y que obliga a mezclar duelos amistosos y oficiales. El equipo donostiarra disputó hace dos temporadas la Final Four de ascenso y la anterior alcanzó el play-off, el mismo objetivo de la actual a los mandos de Mikel Odriozola.

El Gipuzkoa Basket, que comenzará la liga también la semana que viene, cuenta en su renovada plantilla con algunos jugadores interesantes como el estadounidense Xavier Johnson, quinto máximo anotador de la NCAA el año pasado, el croata Josip Vrankic, el senegalés Pape Bocar Sall o el azpeitiarra Manex Ansorregi.

Por parte del Bilbao Basket, Jaume Ponsarnau tratará de afinar los últimos detalles antes de afrontar la primera semana del curso, que tiene más trascendencia de lo habitual. Hasta ahora, el técnico ha repartido los minutos de manera casi equitativa entre todos sus jugadores, pero quizás hoy toca definir los roles más claramente porque en menos de una semana toca afrontar el duelo de ida de la previa de la FIBA Europe Cup.

La incorporación de Amar Sylla añadió más recursos en el juego interior para un equipo que ha mostrado un buen ritmo de juego, que ha podido sostener propuestas físicas y que debe corregir el aspecto de las pérdidas de balón y ciertas lagunas de contundencia en el rebote defensivo. En el aspecto anotador, el brillo ha estado bastante repartido, pero hay jugadores que aún deben tener una mayor presencia.