Tomeu Rigo llegó en el verano de 2018 a Bilbao siendo casi un desconocido para la afición del Surne Bilbao Basket, que masticaba entonces el descenso a la LEB Oro, y se marcha ahora tras haber alcanzado el rango de capitán y haberse ganado el cariño de los seguidores del equipo. “Han sido seis años imborrables, ha sido un honor defender estos colores y creo que he puesto mi granito de arena para que todo fuera bien. He intentado dar siempre lo máximo en la pista y en el vestuario y me voy con la cabeza alta siendo mejor jugador y mejor persona y con más madurez”, aseguró ayer miércoles en su despedida en Miribilla en la que estuvo rodeado por todos los estamentos del club y del equipo, entre ellos sus compañeros Xavi Rabaseda, Melwin Pantzar y Unai Barandalla.

Rigo agradeció la llamada y la confianza en su día de Álex Mumbrú y Rafa Pueyo “cuando apenas era un crío que estaba en esa complicada etapa de los 18-20 años en la que debes decidir si quieres ser profesional del baloncesto con todo lo que supone”. Su trayectoria en el Bilbao Basket ha estado lastrada por dos lesiones graves de rodilla que le han tenido casi tres años más tiempo en la camilla que en la cancha, “infinitas horas” de recuperación y de trabajo en solitario en manos de los fisioterapeutas y los técnicos. A todos ellos agradeció “haberme apoyado en los momentos difíciles y haberme lanzado una mano para levantarme cada vez que me caía”.

En todos estos años, el jugador de Campos no se paró nunca a pensar en cuánto más habría aportado al Bilbao Basket de no haber mediado las lesiones. “Cuando te operan se te pasan muchas cosas por la cabeza. Han sido casi tres años parado, pero sobre todo pensaba en la mejor forma de volver porque otra cosa no era positiva. Ahora estoy recuperado y con 27 años creo que el mejor momento está por llegar. Siempre hay margen para mejorar”, añadió un jugador que ahora se enfrenta a la incertidumbre sobre su futuro. “Es pronto y todavía no sé dónde jugaré, pero seguro que en un sitio donde me pueda soltar, coger confianza, tener continuidad y asumir responsabilidad”, deseó al tiempo que señalaba la final por el ascenso en Miribilla hace cinco años y el triunfo ante el Barça en el Palau para meterse en la Copa hace cuatro años como los hitos deportivos que más ha disfrutado.

A su vez, el Bilbao Basket tendrá que buscar nuevos referentes en el vestuario tras las salidas de Tomeu Rigo y Álex Reyes, que han cumplido diez campañas en el equipo entre ambos. La relación del escolta mallorquín con los aficionados ha acabado siendo muy cercana, pese a no tener un gran protagonismo en la cancha. “Los jugadores vamos y venimos, pero desde que llegué no he visto una cosa igual. El club se queda en buenas manos porque el aficionado es fiel y siempre va a estar, en las buenas y en las malas”, destacó.

Compromiso y ejemplo

En este sentido, Isabel Iturbe destacó “el compromiso” que ha tenido siempre Tomeu Rigo con el club y su disponibilidad para todo tipo de iniciativas. “Has sido una parte importante de los momentos más bonitos de los últimos años y, por eso, formas parte de la historia de este club. Esta es tu casa”, le alabó la presidenta.

Por su parte, Rafa Pueyo puso a Rigo como “un ejemplo de superación”. “Estás en la mejor forma que te he visto y seguro que vas a poder demostrar en la pista de lo que eres capaz. Aquí dejas muchos amigos”, apuntó el director deportivo, que ya sigue metido de lleno en la construcción de la plantilla de la próxima temporada en la que ya es seguro que no estarán Rigo, Reyes y Tsalmpouris.