Se trataba de la crónica de un adiós anunciado a tenor de las declaraciones de los máximos responsables deportivos del club, Rafa Pueyo y Jaume Ponsarnau, durante la última semana, pero no deja de ser una despedida importante y significativa por la larga duración de la relación profesional entre ambas partes, nada común en el mundo del baloncesto de élite. Tomeu Rigo no seguirá la próxima temporada en el Surne Bilbao Basket. La entidad de Miribilla ha anunciado este martes que el periplo de seis temporadas del escolta balear en la escuadra vizcaina, las dos últimas ejerciendo además funciones de capitán, llega a su fin tras haber disputado 102 partidos a las órdenes de Álex Mumbrú y Jaume Ponsarnau: 53 en Liga Endesa, 36 en LEB Oro y 13 en competición europea. 

La entidad de Miribilla no ha escatimado elogios hacia la figura de Rigo, definiéndole como "emblema del club". Queremos dar las gracias a un auténtico emblema del club que ha sido un ejemplo de trabajo, constancia, energía y disciplina. Tomeu nos ha enseñado a levantarnos y que la mejor solución siempre es la cabeza alta. Un jugador que ha sido importante en cada partido, estuviera o no en cancha", ha destacado mediante un comunicado.

Además, ha hecho hincapié en su importante trabajo como capitán y de ayuda en la integración de los nuevos jugadores: "Gracias también por enseñar a los nuevos lo que significa vestir esta camiseta y lo que supone ser un hombre de negro. También por tu cercanía en todos y cada uno de los compromisos del club. Te deseamos la mejor de las suertes en tus próximos proyectos. Eres uno de los nuestros y seguiremos tus pasos con atención. Sabemos que tu harás lo mismo con nuestros partidos Bilbao es y será tu casa."

LARGA TRAYECTORIA

Tomeu Rigo, a sus 27 años, era el único superviviente del conjunto vizcaino que tuvo que vivir un año de purgatorio en la LEB Oro. Incorporado desde el Morón de LEB Plata, son pocos los jugadores que, como en su caso, pueden decir que han sido hombres de negro durante seis temporadas, lo que le ha convertido en alguien muy respetado y de gran ascendencia a nivel de vestuario (cocapitán junto a Xavi Rabaseda en los últimos tiempos) y con una gran conexión con la afición, aunque las lesiones, entre ellas dos de ellas gravísimas de rodilla, han entorpecido muchísimo su evolución profesional. Únicamente leyendas de la entidad de Miribilla como Javi Salgado, Álex Mumbrú, Axel Hervelle o Marko Banic han estado ligados más tiempo que él como jugadores al club.

Tras poder jugar solo cuatro encuentros en el ejercicio 2020-21 y pasarse en blanco el 2022-23, la pasada campaña tampoco tuvo demasiado protagonismo en cancha, aunque en los encuentros en los que Ponsarnau echó mano de él no desentonó. En la Liga Endesa su participación se limitó a diez encuentros, con cinco minutos de media de presencia en cancha que se incrementó en los últimos cuatro compromisos como consecuencia de la acumulación de lesiones en la rotación exterior.

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TERCER ADIÓS

La del balear es la tercera salida que hace oficial la entidad de Miribilla, tras las de Georgios Tsalmpouris y Álex Reyes, en su proceso de construcción de la nueva plantilla. Adam Smith y Sacha Killeya-Jones tampoco seguirán y aún quedan dudas sobre lo que ocurrirá con Unai Barandalla (posible salida para que juegue minutos), Keith Hornsby (interesa su continuidad), Kristian Kullamae y Denzel Andersson, estos dos últimos con contrato en vigor pero con cláusulas de salida en sus contratos que el estonio podría ejecutar si encuentra alguna oferta mejor y el club podría aplicar en el caso del sueco si decide ir por otro camino a la hora de complementar a Thijs De Ridder en el puesto de ala-pívot.