En el momento de entonar su adiós del Bilbao Basket, Álex Reyes quiso acordarse del principio. “El año en el que llegué, en el primer partido de pretemporada contra el Zaragoza, Álex Reyes hizo un -11 de valoración. Llamé a mi familia y les dije: de aquí me echan. El día siguiente me desperté y tenía cinco llamadas perdidas de Rafa Pueyo. Inmediatamente pensé: bueno, pues dos semanas hemos durado. Lo único que hizo fue transmitirme tranquilidad, darme la paz que necesitaba. Por eso desde el primer día solo tengo palabras de agradecimiento para este club”.

Con la presencia de varios de sus compañeros que todavía siguen en Bilbao (Adam Smith, Melwin Pantzar, Denzel Andersson, Tomeu Rigo y Unai Barandalla) y componentes del cuerpo técnico como Javi Salgado o Erik Badiola, Álex Reyes ha escenificado este jueves su fin de ciclo como ‘hombre de negro’ tras cuatro años de relación que han ido mucho más allá de lo profesional pues jugador, club y afición han conseguido encajar y entenderse a la perfección.

“Quiero agradecer al club y a la gente que ha estado aquí a mi lado durante cuatro años muy buenos tanto a nivel grupal como individual, cumpliendo objetivos. Llegaba aquí tras un camino largo en la LEB y me marcho siendo mejor jugador, habiendo sido capaz de asentarme en la ACB y habiendo hecho todo lo posible para defender estos colores en las islas o en Rumanía, allá donde me ha tocado ir”, ha destacado.

LA ETAPA MÁS IMPORTANTE

El alero, de 30 años, ha querido agradecer a compañeros, entrenadores y junta directiva que “hayan estado conmigo en los buenos y, sobre todo, en los malos momentos. Me he sentido parte de esta familia desde el primer día”. Además ha recalcado que, en lo profesional, estos últimos cuatro cursos han supuesto “la etapa más importante de mi carrera por todo lo que ha implicado. También de las más bonitas. No me llevo más que cosas buenas de Bilbao y de su gente. Hay parte de tristeza por salir, pero me voy con la cabeza alta y contento por haber sumado todo lo que estaba en mi mano, con épocas peores y mejores”.

El alero palentino ha explicado cómo ha sido el proceso que ha desembocado en su salida. “La idea era completar este curso y ver qué sucedía. Este año a nivel deportivo las cosas no me han salido bien, no he aportado todo lo que me hubiese gustado y desde las dos partes hemos considerado que lo mejor era cerrar este camino y afrontar nuevos retos”. Eso sí, asegura que se va sin ningún tipo de resquemor: “Se lo dije a Rafa (Pueyo) y a Jaume (Ponsarnau), quiero llevarme todo lo bueno que pueda. Eso implica llevarme también la experiencia de los meses complicados, que me han servido para gestionarlo de la mejor manera”.

VOLVER A MIRIBILLA

Reyes no ha dado pistas sobre su futuro, pero no ha escondido que “mi prioridad es quedarme en la ACB. A día de hoy solo pienso en poder jugar un día al golf e irme con mis amigos de cena. Pero tengo ganas de volver a jugar en Miribilla, aunque sea en contra. Quiero volver a sentir a esta afición”.

En su repaso sobre los momentos más bonitos que ha vivido en Bilbao, ha destacado la salvación en la última jornada de su curso de estreno “aunque la pena fue que no estaba la afición, nos quitamos un gran peso de encima después de un año muy duro”. Sobre partidos concretos ha recordado “la victoria contra el Barcelona del año pasado con un par de triples de Niko (Radicevic) al final, contra el Real Madrid con la retirada de camiseta de Álex Mumbrú… En lo individual, dos momentos de la temporada pasada: el partido contra el Granada y el día ante el Zaragoza aquí. Escuchar a tu afición cantando “MVP, MVP” es una sensación fantástica”.

Reyes se marcha de Bilbao figurando en sus libros de historia, entre otras cosas, por haber igualado este último ejercicio en Granada el récord de triples anotados en un partido, con ocho, que ostentaba Luke Recker. “Además, llegó en una época en la que no estaba teniendo mucha aportación, pero Rabaseda tuvo el percance Málaga y entré en la rotación. Lo que más me alegra de aquella época fue que fui capaz de estar preparado cuando me llegó la oportunidad. El día de Granada fue de esos en los que la bola de baloncesto entra en un hoyo de golf. Me permitió reencontrarme con sensaciones de jugador”. Esa jornada fue el MVP de la Liga Endesa.

PUEYO E ITURBE

Isabel Iturbe, Álex Reyes y Rafa Pueyo José Mari Martínez

En el acto de despedida intervinieron también Isabel Iturbe y Rafa Pueyo. “Quiero darte las gracias por tu compromiso, esfuerzo y compañerismo estos cuatro cursos. Representas los valores del baloncesto y de este club”, ha dicho la presidente del Bilbao Basket, mientras que el director deportivo ha añadido que “con tu rendimiento has ayudado a que el club consiga sus objetivos y tú te has asentado como jugador ACB. Estoy convencido de que te veremos la próxima temporada en el Bilbao Arena”.