NO hay nada como una victoria para curar heridas, revitalizar espíritus y calmar las aguas. Y más aún cuando llega en un momento de notable necesidad y de manera incluso sorprendente, a domicilio, frente a un rival de rango Euroliga y sin el concurso de una de las piezas principales en la rotación. Derrotar en la Fonteta al Valencia Basket ha servido al Surne Bilbao Basket para deshacerse de la pesada mochila que llevaba a sus espaldas como consecuencia de las seis derrotas consecutivas acumuladas en la Liga Endesa, algunas de ellas cosechadas bajo parámetros especialmente dolorosos. La fase en la que el calendario ganó notablemente en exigencia se les ha atragantado a los de Jaume Ponsarnau, pero cuando parecía que iban a salir de ella con un contundente 0-7 a cuestas dieron un gran paso al frente para dejarlo en un 1-6, para componer un balance total de cinco victorias y siete derrotas que les coloca en la zona media de la tabla, con dos éxitos de colchón sobre los puestos de descenso.

Ahora, y hasta el final de la primera vuelta, el conjunto vizcaino abre otra etapa competitiva en la que se verá las caras con rivales de potencial más similar al suyo, cinco jornadas en las que tiene la oportunidad de fabricar un ecosistema de tranquilidad de cara a la segunda vuelta. Hasta el 7 de enero, pasarán por Miribilla el Río Breogán, el Bàsquet Girona y el Baxi Manresa, mientras que tocará rendir visita al Dreamland Gran Canaria y al Zunder Palencia.

Tras los últimos tropiezos frente a Lenovo Tenerife, Real Madrid y Unicaja, toca recuperar la acreditada solvencia de los hombres de negro cuando juegan al calor de su afición. La primera visita al Bilbao Arena será la del conjunto gallego este sábado (18.00 horas). Los de Veljko Mrsic llegarán a la capital vizcaina tras uno de esos incómodos viajes continentales que les llevará a visitar el miércoles al Bursaspor turco en la Basketball Champions League y tienen entre algodones al pívot Mouhamet Diouf, que no jugó el pasado domingo contra el Real Madrid, y a Sergi García, que en el arranque del choque contra los blancos recayó de su lesión en el bíceps femoral de su pierna derecha, aunque esperan que poco a poco Conner Frankamp y Anthony Polite vayan encontrando sensaciones competitivas.

Posteriormente, tocará rendir visita a los de Jaka Lakovic en un desplazamiento a tierras canarias que históricamente acostumbra a ser adverso para los intereses del conjunto vizcaino, antes de que en vísperas de las fiestas navideñas (22 de diciembre, 19.00 horas) llegue al Bilbao Arena el Básquet Girona de Quino Colom, el mejor de los conjuntos modestos hasta el momento, pues se resiste a abandonar los puestos coperos con siete victorias y solo cinco derrotas. Antes de cerrar el año 2023 (día 30, 18.00 h.), los hombres de negro rendirán visita al recién ascendido Palencia, que a día de hoy ocupa el sótano de la tabla clasificatoria con una sola victoria en doce jornadas, la lograda en su cancha ante el Breogán. El último duelo de la primera vuelta, ya en 2024 (7 de enero, 12.30 horas), tendrá lugar en el Bilbao Arena ante el vigoroso Baxi Manresa de Pedro Martínez, situado en la zona media-alta (10º) con el 50% de triunfos y derrotas.

De este segmento de cinco duelos no saldrá nada definitivo, pero sí que puede suponer un gran impulso para los intereses bilbainos de pasar los menores apuros posibles en su objetivo de ser uno de los mejores 16 equipos de la competición. Asegurar los partidos como local supondría cerrar la primera vuelta con un notable botín de ocho victorias, pero para ello el Surne Bilbao Basket deberá asemejarse mucho al que salió triunfante de la Fonteta y alejarse de la imagen de choques anteriores. La tranquilidad que proporciona el éxito ante el Valencia Basket conviene ser aprovechada para generar una nueva dinámica positiva como la del inicio del curso.