El Surne Bilbao Basket sumó ayer una derrota de esas que cuesta asimilar dentro y fuera del vestuario. Los hombres de negro hicieron muchas cosas bien para ponerse 17 puntos arriba en solo 23 minutos de juego, pero las hicieron también rematadamente mal para acabar perdiendo por 14 tras un hundimiento inesperado de quince minutos en los que no hubo reacción ni en la cancha ni en el banquillo para aportar soluciones a lo que acabó siendo un tortazo sonado y un cubo de agua helada sobre las expectativas que se habían creado con las cuatro victorias en cinco jornadas. Porque con la de ayer, son ya tres derrotas seguidas que, probablemente, sitúan al equipo bilbaino en su nivel real.

La decepción resulta más difícil de digerir porque la caída del Bilbao Basket llegó desde muy arriba. El entrenador y los jugadores habían hablado de la necesidad de jugar duro desde el inicio para contener a un Casademont Zaragoza que venía de apalizar al Joventut. Pero el equipo vizcaino olvidó que fuera de casa hay que jugar duro, con intensidad, con concentración y con determinación durante los cuarenta minutos. El triple de Adam Smith que puso el 31-48 y el tiempo muerto posterior de Porfi Fisac preludiaron un desastre absoluto del Bilbao Basket en las dos mitades de la cancha, una sucesión de parciales desfavorables que completaron uno de 46-12 en quince minutos.

Los aragoneses cambiaron su defensa por una caja y uno que sacó a Adam Smith del partido y que en los primeros ataques provocó cuatro pérdidas de balón y dos triples errados de los jugadores de Ponsarnau. Eso no fue lo peor, sino que emergió Yusta para aprovechar tres malas defensas para meterse en el partido y surgir como amenaza. Aún así, el Bilbao Basket seguía ganando con holgura (39-52), pero el Zaragoza ya había cogido carrerilla. Además, ahora había aparecido Gielo para acertar desde lejos y abrir la defensa.

El Zaragoza se colocó por delante por primera vez en el inicio del último cuarto y a los hombres de negro les tocaba recomponerse y volver a empezar, pero ya habían perdido toda la iniciativa y el control del partido. Cuando Hlinason falló un mate solo bajo el aro que podía haber supuesto una ventaja de cuatro puntos y Gielo respondió con un triple, el choque voló hacia el lado maño porque también había reclamado su cuota de protagonismo Mark Smith para liderar un parcial de 15-0 definitivo. Yusta, Smith y Gielo no descansaron en todo el último cuarto en el que Fisac apenas movió el banquillo. En cambio, Ponsarnau no halló respuestas defensivas ni ofensivas. Pantzar y Kullamae, que podían haber sido muy útiles ante los espacios que dejaba la defensa aragonesa por su verticalidad, apenas participaron en la segunda parte mientras se apostó por jugadores sin mordiente ofensiva.

A la hora de analizar la derrota hay que anotar más en el debe los 63 puntos anotados, una cifra que impide aspirar a la victoria. Entre Yusta, Smith y Gielo lograron 42 de los 52 de su equipo en la segunda mitad. De nuevo, el Bilbao Basket se quedó muy corto en su acierto desde el triple, 7 de 27, muchos de ellos sin oposición y de nuevo volvió a sufrir cuando el rival, como ocurrió ante el Murcia, elevó las líneas defensivas y el nivel de contacto y asumió riesgos. El apagón de ayer no llegó por casualidad, sino por una serie de cuestiones que se repiten, una piedra en la que ya se ha tropezado otras veces y que tiene que ver con la falta de mala leche.

Resultados jornada 8

Unicaja-Monbus Obradoiro 87-74

Casademont Zaragoza-Surne Bilbao Basket 77-63

Zunder Palencia-Bàsquet Girona 76-80

Lenovo Tenerife-Morabanc Andorra 71-53

Coviran Granada-Real Madrid Hoy (12.30 h.)

UCAM Murcia-Baxi Manresa Hoy (12.30 h.)

Río Breogán-Barça Hoy (17.00 h.)

Baskonia-Dreamland Gran Canaria Hoy (17.00 h.)

Joventut-Valencia Basket Hoy (18.30 h.)