Jaume Ponsarnau acabó la temporada con un discurso muy autocrítico, pero también de agradecimiento a todas las personas que han compartido la temporada con él, incluyendo al público. “Me lamento por no haber preparado bien al equipo para este partido y me cabrea más teniendo en cuenta cómo ha estado Miribilla. Este ha sido un fallo mío. La gente, pese a todo, se ha quedado a aplaudir al equipo. Ha sido una pasada, trabajar en estas condiciones es una maravilla”, comentó en la rueda de prensa tras la abultada derrota ante el Unicaja.
“Me gustaría no haber sufrido estos problemas de lesiones, tener que reconducir el equipo, reubicar roles constantemente y todas estas dificultades, por eso estoy especialmente satisfecho por la temporada que hemos hecho. Creo que tiene mucho mérito, nunca había entrenado a un equipo con tanto entusiasmo. Además, hay que agradecer al trabajo de mis ayudantes, que ha sido mucho y con pasión, y al club por toda la confianza que nos ha dado”, añadió.
En cuanto al partido de ayer martes, el técnico catalán admitió que los jugadores mostraron “cierta falta de confianza para acertar en algunos tiros”. “Está claro que al equipo le han faltado cosas y se ha encontrado con un Unicaja que ha demostrado por qué es un gran equipo”, explicó Ponsarnau, que a partir de ahora va a tratar de “prepararnos para encontrar lo máximo del equipo en la próxima temporada”. “Queremos ser uno de los mejores dieciséis”, dijo en tono de broma, “y aunque parezca el día de la marmota, es un día de la marmota que queremos vivir todos juntos. Para este club seguir en la ACB es un gran reto y ojalá podamos acertar y las cosas nos salgan bien como para aspirar a cotas más altas”. o