ICE el refranero que no hay mal que cien años dure, pero también que las desgracias nunca viene solas. El Surne Bilbao Basket puede aplicarse las dos frases ya que sumó una victoria que le permite mirar al futuro inmediato con otra cara, pero a costa de perder a otro jugador por lesión, Khyri Thomas, que en solo su segundo partido como hombre de negro ya va a pasar a la enfermería por un periodo de tiempo que no va a ser corto. El jugador de Nebraska sufrió una rotura muscular en el segundo cuarto y ya no volvió a jugar, así que su espléndido debut no tendrá continuidad y Álex Mumbrú tendrá que mostrar toda su capacidad persuasiva para recuperar para la causa a Andrew Goudelock, al menos para los próximos partidos en los que el Bilbao Basket puede seguir dando pasos hacia la tranquilidad y no vendrá mal otra amenaza ofensiva.

Con todo, el mérito es que los jugadores locales lograron sobreponerse a las adversidades y vencer con cierta comodidad al equipo revelación de la temporada hasta ahora. Después de un primer cuarto en el que la defensa del Bilbao Basket estuvo demasiado generosa, poco agresiva e intensa hasta el punto de que el Breogán hizo 11 de 12 en tiros de dos, los hombres de negro dieron un paso adelante en la contención y exhibieron esa cara que se espera después de los cambios de las últimas semanas. Y eso que la cosa no pintaba nada bien cuando Thomas, fichado como un especialista en la materia, tuvo que dejar la cancha.

Pero el equipo vizcaino, lejos de venirse abajo ante un nuevo contratiempo, se apoyó en tres jugadores para empezar a construir la victoria: Rafa Luz, Damien Inglis y Jeff Withey, un trío clave a partir del descanso que es cuando se rompió el partido después de que en la primera mitad quedara la sensación de que los de Mumbrú habían perdonado al Breogán con sus errores en los tiros libres y en tiros cerca del aro.

El regreso del base, que tampoco es que vaya sobrado en el aspecto físico, sentó muy bien al Bilbao Basket porque el brasileño insufló carácter e intensidad en busca de un triunfo necesario y mucho orden al juego. Además, Luz hizo números en ataque casi inauditos en su carrera ya que sus 18 puntos son su segunda mayor anotación en la Liga Endesa. De alguna manera, Luz compensó todo lo que en teoría se había perdido con la lesión de Thomas y supuso una inyección de confianza para sus compañeros.

El ala-pívot francés, por su parte, fue otra pieza decisiva porque soportó todos los cambios defensivos con una gran actividad de piernas y manos. Lo mismo defendió en el poste bajo que lejos de la canasta. Solo Dzanan Musa, un jugador de un nivel superior, pudo escaparse gracias a su calidad individual de la vigilancia de la defensa bilbaina, aunque mostró algunos ramalazos de individualismo que le reprochó la media docena de aficionados lucenses que estaban en el Bilbao Arena. Y en un partido de muy pobres porcentajes desde la larga distancia, el puchero se coció en la zona y ahí surgió Jeff Withey con su mejor partido de la temporada porque realmente su presencia se hizo notar. 9 puntos, 8 rebotes y 4 tapones llevaron su firma y su control del rebote y su intimidación permitieron el Bilbao Basket acelerar algunas acciones para poder anotar en velocidad. Los 17 puntos al contraataque fueron muy valiosos en un contexto en el que sumar estuvo caro durante un buen tramo del partido.

Con las buenas prestaciones defensivas de su equipo, el público también se vino arriba y acabó festejando la cuarta victoria en Miribilla. La diferencia entre el duelo suspendido hace doce días -ayer jueves todo funcionó perfectamente, aunque había soluciones previstas- fue de unos 2.000 espectadores. Los que fueron estrenaron su pasaporte covid para acceder al pabellón en otro inconveniente, siquiera menor, que se suma a todos los que está provocando la interminable pandemia. El domingo toca repetir para convertir los duelos en casa en la mejor medicina para estos tiempos en que el Bilbao Basket está gafado, pero mentalmente entero.

Mumbrú tendrá que mostrar toda su capacidad persuasiva para recuperar para la causa a Andrew Goudelock en un tramo clave del curso

Rafa Luz, Damien Inglis y Jeff Withey tiraron de sus compañeros para romper el partido tras el descanso y amarrar un triunfo reparador