El Bilbao Basket corrió el miércoles un tupido velo a su primera participación en la Basketball Champions League por la que ha pasado con mucha más pena que gloria en esta temporada extraña y solo ha podido rascar un par de victorias ante el Fortitudo Bolonia. El club bilbaino se ilusionó con ese formato inicial que ofrecía catorce partidos como premio a la excelente campaña anterior, pero la pandemia obligó a cambiar los planes y el rendimiento del equipo en la Liga Endesa convirtió el recorrido europeo, aun recortado a solo seis encuentros, en una cuesta arriba inasumible. Así, se llegó al duelo de ayer en Esmirna ante el Pinar Karsiyaka, segundo clasificado de la liga turca, en el que ni siquiera hubo emoción por si el Bilbao Basket era capaz de llegar a los minutos finales con alguna opción de clasificación.

Hubo apenas diez minutos de competición real porque los hombres de negro volvieron a desconectar cinco minutos y se les fue el partido de las manos. Entre pérdidas de balón de los bilbainos y rebotes ofensivos de los locales, el conjunto turco amasó un parcial de 14-0 después de que Ondrej Balvin adelantara al Bilbao Basket por 20-21 con la primera canasta del cuarto. Ese tanteo incluyó una técnica a Álex Mumbrúque reflejaron la impotencia de un equipo que necesita algo que ejerza de desfibrilador para devolverle las constantes vitales. En ese momento, de nuevo los jugadores fueron incapaces de emplearse con contundencia y lo que había sido igualdad durante el primer cuarto se transformó en una manifiesta superioridad del Pinar Karsiyaka, que durante muchos minutos jugó a placer porque a los vizcainos ya les importaba bien poco lo que estaba ocurriendo, ni siquiera dejar una mala imagen hasta el maquillaje de los últimos minutos, más que nada porque el estilo de juego de los locales no se lo van a encontrar a menudo.

Raymar Morgan, un jugador de la vieja escuela, se lució hasta el descanso con 16 puntos de idéntica factura, lanzando desde cinco metros ante una defensa que le flotaba. Once de ellos llegaron ese parcial decisivo. En el Bilbao Basket, Álex Reyes ponía ganas y acierto -impecable desde el triple- acumulando minutos en el puesto de tres, pero a su alrededor casi nada funcionaba, empezando por una defensa que no contenía el uno contra uno de los explosivos jugadores de Ufuk Sarica y que apenas provocó errores a los turcos. Así, en la segunda parte Amath Mbaye se transmutó en Kevin Durant y 18 puntos del galo, también atacando de cara para tirar triples o penetrar, en menos de siete minutos llevaron a su equipo a colocarse con 25 puntos de ventaja (69-44), una diferencia que volvía a dejar en evidencia al Bilbao Basket y que se mantenía (75-50) a 7.25 del final.

Todo lo que quedaba jugar era por imperativo legal, pero al menos, los hombres de negro encontraron algo de orgullo entre tanto minuto de la basura y se resistieron a seguir acumulando palizas en su historial reciente, aunque su cabeza ya estaba hace rato en el vital partido del sábado ante el Obradoiro. Con Jovan Kljajic al mando, un ritmo de juego más bajo que aceptó el Pinar Karsiyaka y insistiendo en poner balones a Balvin cerca del aro para que el jefe siga recargando buenas sensaciones se aplicaron a una tarea de lavado de cara que les llevó a colocarse a siete puntos con un triple del propio joven montenegrino. Era un marcador ficticio, que apenas disimuló la debilidad del Bilbao Basket, a quien esta aparición europea solo le ha servido para dar cancha a los jóvenes de su cantera. El miércoles apareció en el último medio minuto Iker Chacón, que lanzó un triple desde la esquina como última acción del partido. No entró, pero para el joven ala-pívot bilbaino fue la recompensa a su ética de trabajo.

Este capítulo de la Champions League tuvo un mal desenlace y habrá que ver cuándo se escribe el siguiente. La última vez que el Bilbao Basket despreció Europa para centrarse en la Liga Endesa no funcionó. Ahora, como entonces, sus problemas van más allá que unos pocos partidos añadidos. "En el primer cuarto, controlamos bien el partido, pero en el segundo hemos cometido pérdidas estúpidas, no hemos asegurado el rebote y hemos permitido que el Pinar Karsiyaka anotara muy fácil", resumió Mumbrú, que sin embargo se mostró contento por el esfuerzo y el carácter de su equipo "para volver al partido cuando íbamos 25 abajo y no bajar los brazos. Hemos jugado mucho mejor en la parte final del partido y me quedo con eso".

Dos más uno

1

Por encima de diez. Cinco jugadores del Bilbao Basket anotaron más de 10 puntos, pero en un contexto de inferioridad.

2Iker Chacón.

El joven bilbaino, aún junior de primer año, es el tercer jugador de la cantera al que hace debutar Mumbrú esta temporada.

3La ACB, en el top 16.

Iberostar Tenerife, Casademont Zaragoza y San Pablo Burgos, actual campeón, se han clasificado para la siguiente fase.