El Bilbao Basket logró un hito hasta ahora en su temporada y logró ganar dos partidos seguidos por primera vez. La amplia victoria ante un Fortitudo Bolonia de capa caída se fraguó en el serio trabajo defensivo de los hombres de negro, sobre todo a partir del segundo cuarto, y permite al equipo de Álex Mumbrú mantener sus aspiraciones de avanzar a la siguiente fase de la Champions League después de la victoria del Brose Bamberg ante el Pinar Karsiyaka. Ganar los dos duelos al conjunto italiano era de obligado cumplimiento para seguir vivos en el torneo y quizás plantearse otro escenario en el futuro si el Bilbao Basket también logra progresar en la Liga Endesa. Cumplido una de esas premisas antes de acabar este maldito 2020, lo otro va a obligar a seguir mejorando el juego y afinar la puntería, algo que ayer quedó pendiente para alguno de los jugadores principales.

Ganar por 28 puntos nunca es sencillo, ni siquiera en Europa y si no, que se lo digan al Zaragoza que el miércoles cayó ante el Falco húngaro. Y el resultado del miércoles del equipo de Álex Mumbrú tiene aún más mérito después de que John Jenkins, llegado con la vitola de anotador letal, acabara con 0 de 10 en triples. El estadounidense, como esos jugadores de golf que tras un mal día de no atinar con el agujero acaban con un birdie, metió su último tiro, un lanzamiento de dos con el que marcharse a vestuarios con otra sensación. Si se añade que Arnoldas Kulboka falló también sus cinco intentos desde más allá de 6,75 metros, en total son quince errores de dos especialistas que fue compensando por Brown y Rousselle para aportar equilibrio al ataque.

El partido había comenzado frío, con dos equipos que tratan de ajustarse tras muchos cambios. La baja de Ethan Happ pesó en las filas del Fortitudo, pese a que Dario Hunt, en su segundo choque con el Fortitudo, dejó buenas sensaciones en el inicio, pronto diluidas, al superar en el cuerpo a cuerpo a Felipe Dos Anjos, que sigue pecando en ocasiones de blando. En cualquier caso, el claro dominio en el rebote permitía a los bilbainos anotar alguna transición ya que sus tiradores estaban con el punto de mira desviado. Al menos, Kulboka logró anotar en posiciones cercanas para demostrar que puede tener otros recursos.

Parcial rompedor

El octavo punto de Hunt puso el 21-20 al inicio del segundo cuarto antes de que el partido saltara por los aires. Con la segunda unidad en la cancha, el Bilbao Basket dio varios pasos adelante en defensa, en lo que hay que destacar el buen empeño que puso Jovan Kljajic, y con un parcial de 20-2 en cinco minutos y medio abrió una brecha considerable en el marcador. No solo había que defender, sino que tocaba meter y después de solo un triple en diez intentos, los vizcainos metieron cuatro en ese tramo, dos de un acertado Brown y otro de Kljajic y Rousselle.

Del 41-22 se pasó a un 41-28 para llegar al descanso. El Fortitudo Bolonia quiso dar alguna señal de vida, pese a contar con un diletante Pietro Aradori, su jugador más afamado que pasó por el partido sin pena ni gloria. Los de Luca Delmonte se colocaron a ocho puntos (42-34) al inicio del tercer cuarto tras cuatro minutos en los que el Bilbao Basket perdió todo el ritmo, quiso alargar los ataques para no encontrar buenos tiros y Mumbrú tuvo que detener el partido para ordenar las ideas y volver a pedir a los suyos más verticalidad. Un parcial de 7-0 devolvió la ventaja a la quincena de puntos y mató toda la emoción porque el duelo se convirtió desde ahí en un trámite. Los italianos, más preocupados por su mala posición en la Lega, apenas asumieron ningún riesgo y el Bilbao Basket pudo seguir con el rodaje de algunas de sus piezas.

Jenkins falló aún más tiros, pero a esas alturas ya poco importaba y mejor que guardara la munición para el domingo. Dos Anjos dejó dos acciones con mates poderosos de canasta y adicional que no pudo completar, pero al menos elevaron su autoestima y Brown siguió percutiendo con buen toque en ataque y más problemas para ordenar el juego ante la ausencia de nuevo de Ludde Hakanson. Con la tranquilidad, al fin, de llegar al final sin sufrimiento, en los últimos tres minutos y medio apareció en cancha Iñigo Betolaza para premiar su trabajo y compromiso con el equipo. Fue el primer partido en Europa del base bilbaino que, al menos, logró que con él la ventaja creciera. La distancia en el marcador era lo de menos, pero sí tiene que servir para elevar la moral, para sumar confianza ante el duro calendario que se avecina. El Bilbao Basket sigue vivo en Europa, lo que hace un mes se antojaba complicado.

Dos más uno

1

ALADE AMINU. El pívot estadounidense-nigeriano, que se incorporó el martes a los entrenamientos, fue descartado finalmente y vio el partido junto a Balvin y Serron.

2LUDDE HAKANSON.

Se perdió otro partido por el esguince de tobillo que sufrió ante el Zaragoza. Entre el coronavirus y esta lesión, el base sueco no acaba de encontrar el buen tono físico..

3BROSE BAMBERG.

Los alemanes ganaron ayer en Turquía y ya están clasificados para la siguiente fase de la Champions League. El 5 de enero el grupo se aclarará más cuando el Pinar Karsiyaka, que persigue al Bilbao Basket, y el Fortitudo recuperen el partido aplazado por el covid.