Metido de lleno en ese galimatías de cambio de calendarios que está provocando la pandemia del covid-19, el Bilbao Basket, el equipo que menos partidos lleva disputados hasta ahora en la Liga Endesa -seis en nueve jornadas- recibe la visita del Real Madrid, líder invicto de la competición, en encuentro aplazado hace semanas por el positivo de Fabien Causeur. Con tantas variantes en cuanto a planificación, el conjunto vizcaino no ha encontrado hasta el momento un hilo conductor de juego y comportamiento que le permita tener una sostenibilidad en cancha que aumente sus opciones de éxito en los partidos, por lo que la visita de de los de Pablo Laso, dubitativos en Europa pero intratables en la ACB, supone un reto mayúsculo, más aún cuando en las filas locales Jaroslaw Zyskowski es seria duda. El polaco sufrió un golpe en una rodilla el sábado en Manresa, no pudo terminar la contienda y al menos hasta ayer no había podido trabajar con sus compañeros.

Cuestionado por el tema de los aplazamientos y el grado en el que pueden mediatizar el desarrollo de la competición, Mumbrú mantiene su discurso de "centrarnos en lo que podemos controlar, que es trabajar y mejorar. Es complicado llevar una temporada normal empezando por el hecho de que no hay público. Tenemos que hacer un esfuerzo todos. Es algo que nos está tocando vivir, algo injusto por muchas cosas y porque hay mucha gente que está sufriendo fuera del deporte. Vamos a intentar no quejarnos y trabajar". El técnico catalán opinó sobre la carta de Ettore Messina, en la que el italiano abogaba por aplazar las competiciones europeas para resolver primero las nacionales: "Entiendo su carta. Cada vez hay más contagios cuando los equipos de la ACB salen a competir fuera. Casi todos vuelven con algún positivo y es muy difícil controlarlo. Aquí tampoco estamos en el mejor momento€ Cualquier cosa que pueda tener controlado al coronavirus es buena para todos. ¿De ahí a que haya que parar? Eso es igual que confinarnos, hay muchas cosas en juego, mucha gente que vive diariamente del deporte. Parar otra vez sería otro golpe duro, igual que los golpes duros que están recibiendo los hosteleros o la gente de a pie que están en ERTE que se están convirtiendo en ERE".

Sobre su equipo, lanzó mensajes concisos. Admitió que "hay que estar más duros en los inicios de partido", que les cuesta alcanzar el "nivel de dureza" necesario y que echa en falta "un poco de todo. Trabajar con la victoria es mucho más fácil que hacerlo con la derrota, pero tenemos claro que hay que trabajar. Echamos en falta cosas que hay que ir encontrando y que nos están costando más de lo normal. Sabemos cuál es nuestro sitio y debemos luchar y trabajar mucho, pero mucho mucho, probablemente mucho más que el resto, para estar cada día mejor".