LA Basketball Champions League (BCL) en la que debutará la próxima temporada el Bilbao Basket va tomando forma. Algunos equipos ya han comprometido su presencia en la competición que organiza la FIBA, pese a que la actual campaña aún no está oficialmente finalizada a nivel europeo. Entre las principales ligas del continente, solo la ACB y la Bundesliga alemana han programado un torneo para decretar campeón. Todas las demás han sido canceladas, algunas con premio y otras como si no se hubieran disputado. Por eso, las plazas se van cubriendo a cuentagotas ya que no ha habido clasificaciones y la FIBA las está otorgando atendiendo a criterios deportivos y al propio ranking histórico de la BCL. De hecho, aún debe determinar su campeón de la temporada 2019-20 en una Final a Ocho que se disputará entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre.

Unos pocos equipos ya han confirmado su presencia en el torneo la próxima campaña, cuyo inicio y desarrollo son ahora mismo una incógnita por culpa del coronavirus. La FIBA está librando una batalla más o menos disimulada con la Euroliga y trata de captar a equipos que han sido tradicionales en la Eurocup ofreciendo un fijo de salida más jugoso. Algunos clubes, como el Partizan, han decidido mantenerse en el torneo que depende del organismo que preside Jordi Bertomeu, pese a que obliga a importantes esfuerzos presupuestarios importantes para seguir el rebufo de la Euroliga. Pero otros han decidido comprometerse con la FIBA como hizo el Bilbao Basket y los otros dos clubes que abrieron la lista de inscritos: el Rytas Vilnius lituano y el Darussafaka turco. Estos dos equipos han sido campeones de la Eurocup y los bilbainos llegaron a disputar una final, por lo que la FIBA se apuntó un tanto al elevar el nivel de su principal torneo. Además, el Tofas Bursa, cuartofinalista este año en la Eurocup y con plaza fija para el próximo, también se ha cambiado a la BCL, lo mismo que el Galatasaray, otro ex campeón de la Eurocup, que ayer mismo confirmó su ingreso en el torneo de la FIBA para completar el potente cupo de equipos de su país.

Aunque aún no están todos confirmados, es posible que diez de los dieciséis mejores de esta temporada en la Basketball Champions League repitan en la 20-21. Entre ellos, serán fijos el Casademont Zaragoza y el San Pablo Burgos, aunque los castellanos quizás tengan que pasar por la previa. También estará el Fortitudo Bolonia, cuyo regreso al escenario continental ha sido muy celebrado ya que se trata de un club histórico que tuvo que refundarse hace unos años y volver a crecer desde las ligas inferiores de Italia. Entre los equipos galos, cuya federación está claramente a favor de la FIBA, está decidida la presencia del Dijon y casi segura la del Strasbourg.

Dos equipos con gran potencial económico y excelente trayectoria en la BCL como el AEK Atenas y el Hapoel Jerusalén deberían repetir. Los griegos fueron campeones hace dos años y, además, van a estrenar un nuevo pabellón para salir de la sombra de sus dos grandes rivales de la capital helena. Los israelíes esperan acabar a final de este mes su liga, donde iban segundos por detrás de Maccabi Tel Aviv. La FIBA espera también la resolución de la Bundesliga para adjudicar sus plazas directas en la fase de grupos y de Italia se espera también al Dinamo Sassari, que marchaba segundo cuando la Lega se canceló, y al Brindisi, que era el quinto.

De otras ligas más modestas, la BCL tendrá al Nymburk, sempiterno campeón checo que también tuvo una trayectoria larga en la Eurocup; al Ostende, campeón de Bélgica; y probablemente al VEF Riga letón, donde el año pasado jugó el queridísimo en Bilbao Janis Blums. La FIBA intenta convencer también a algunos de los clubes importantes de los Balcanes y ha tentado seriamente al Cedevita Olimpija y al Buducnost, aunque se desconoce qué camino tomarán. En todo caso, se espera que antes de concluir este mes la Basketball Champions League pueda conocer su cuadro de participantes. La decisión más peliaguda atañe al Iberostar Tenerife, el mejor equipo en estas tres temporadas de vida del torneo, que al parecer se estaba planteando dar el salto a la Eurocup. La FIBA está poniendo ojitos al Unicaja, aunque los malagueños prefieren apurar sus opciones en el entorno de la Euroliga, y la posibilidad de que el Panathinaikos aterrice en la BCL no parece más que otra amenaza sin fundamento de su histriónico propietario.