A primera vista, parecen simples almacenes llenos de teléfonos, pero detrás de ellos se esconde una maquinaria silenciosa capaz de influir en lo que vemos, pensamos y creemos en internet. Son las llamadas granjas de clics, también conocidas como granjas de teléfonos, y su función es tan inquietante como efectiva: generar interacciones falsas que simulan ser reales.

Estas instalaciones, que operan en países como Vietnam, Bangladesh o Filipinas donde los costes laborales son bajos, albergan cientos o incluso miles de móviles. Cada uno de ellos está conectado a internet, tiene su propia tarjeta SIM y actúa como si fuera una persona diferente. Algunos dan Me gusta, otros reproducen vídeos una y otra vez, muchos hacen scroll en redes sociales y otros tantos comentan publicaciones. Todo está controlado de forma automática o semiautomática para simular una actividad humana.

Fotograma de una estantería de la granja de móviles. @unmundocurioso

Opinión pública

Aunque el uso más común de estas granjas de móviles es promocionar productos, perfiles o aplicaciones, cada vez hay más señales de que también se usan para algo mucho más delicado. Concretamente, un vídeo que se ha viralizado recientemente asegura que se pueden utilizar para "manipular a la opinión pública" y difundir desinformación, por ejemplo, por parte de políticos que las emplearían para "aparentar apoyo popular".

Expertos en ciberseguridad y tecnología consultados por Maldita.es lo confirman, pero aseguran que la actividad de estas granjas es muy difícil de detectar y demostrar. A diferencia de los bots tradicionales, como ya hemos dicho, cada móvil en una granja actúa como una persona diferente.

Tienen sus propios datos, su comportamiento simulado y se conectan desde IPs distintas. Esto hace que los algoritmos de plataformas como TikTok, Facebook o Instagram tengan muy complicado distinguir lo falso de lo real; incluso para los humanos, esa línea se vuelve borrosa.

¿Para qué sirven las granjas de teléfonos?

Posted by Un Mundo Curioso on Monday, September 22, 2025

Inflar datos

El ingeniero informático, Ernesto Serrano, señala a Maldita.es que las granjas de clics son "instalaciones con cientos o miles de teléfonos controlados en paralelo, usados sobre todo para inflar descargas, interacciones o reseñas".

Por su parte, Pablo F. Iglesias, experto en ciberseguridad, añade que cada uno de estos dispositivos opera con una tarjeta SIM propia, pero que se hacen funcionar a la vez "mediante la conexión simultánea de múltiples teléfonos que ejecutan acciones repetitivas y automatizadas”. 

Explica que esto sirve para "crear tendencias artificiales o simular un amplio apoyo social" y para "actividades de spam o envío masivo de mensajes para fines comerciales y generalmente fraudulentos".

Los algoritmos de redes sociales tienen difícil distinguir lo falso de lo real.

Manipulación de la opinión pública

En el vídeo viral antes mencionado se asegura que "muchos políticos y gobiernos utilizan estas granjas para aparentar que tienen miles de seguidores y apoyo popular". En ese sentido, Iglesias señala que "existe evidencia clara de que se usan para manipular opiniones públicas y campañas electorales. El simple hecho de inflar las variables de un perfil o contenido afecta a la percepción que tiene el resto de usuarios sobre él".

Efraín García, tecnólogo e informático, sostiene, por su parte, que "existen casos que demuestran que las granjas de móviles son herramientas reales utilizadas por actores estatales y/o privados para manipular la opinión pública y difundir desinformación a gran escala". Algunas investigaciones vinculan estas prácticas a las campañas de políticos como el presidente de EEUU, Donald Trump, o el ex primer ministro de Camboya, Hun Sen.

Sin evidencias

Sin embargo, los expertos sostienen que son acusaciones, no hechos probados: en el vídeo viral se dice que las granjas de teléfonos son "el arma secreta que hasta los políticos han usado para ganar elecciones", pero no hay evidencia disponible de que hayan sido utilizadas con éxito para estos fines (solo sospechas).  

Añaden que es difícil determinar con certeza que una granja de móviles ha sido usada para manipular la opinión pública (o para otros fines). "Son efectivas porque cada teléfono es un dispositivo físico con tarjeta SIM, dirección IP y características únicas, lo que da apariencia de usuarios reales y dificulta mucho la detección", sostiene Iglesias. 

Práctica ilegal

Sobre la legalidad de las granjas de teléfonos, Marta Ortiz, asesora legal, señala a Maldita.es que estas prácticas no están permitidas en España ni en la Unión Europea. La legislación prohíbe la contratación de servicios que generen interacciones falsas, considerándolas una forma de competencia desleal. Además, las plataformas digitales están obligadas, por normativas como la Ley de Servicios Digitales, a identificar y mitigar este tipo de actividad

Sin embargo, en la práctica, perseguir estas operaciones es extremadamente complicado. Las granjas de teléfonos suelen operar desde países donde el control es más laxo y, al estar tan bien disfrazadas, dejan pocos rastros concretos, concluyen los expertos.