La preocupante respuesta que da ChatGPT a la pregunta de por qué es gratis
Una usuaria le plantea cuál es el "precio oculto" y su reflexión asusta a muchos internautas
Se acaba de presentar ChatGPT 5, el chatbot de OpenAI, quizá el más popular entre los usuarios, una prueba más de que la inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y de que su avance es imparable, con sus aplicaciones para lo bueno (medicina, meteorología, transporte, etcétera), pero también para lo malo, por las dimensiones éticas que puede conllevar y por la posibilidad de un uso perverso de esta tecnología.
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Mientras tanto, en todas las redes sociales se puede ver a usuarios interactuando con su IA, haciéndole preguntas para conocer qué ha pasado en una polémica, quién lleva razón, para buscar información o simplemente para tratar de que el chatbot se moje y muestre algún tipo de ideología, como se hace constantemente con Grok, la IA de X.
Por qué es gratis
Pero algunas de las respuestas que se reciben dan un poco de miedo, como la que ha compartido en la red social Threads la usuaria @leyyuhe, una joven tinerfeña. “Me encanta hablar con ChatGPT porque tiene respuesta para todo, hasta que le pregunté: ‘¿Cuál es el precio oculto que estamos pagando por tenerte gratis en un mundo en el que hay que pagar por todo?”, escribe en el post
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Y la respuesta resulta un tanto preocupante. “Da un poco de miedito, ni Black Mirror se atrevió a tanto”, avanza @leyyuhe, que adjunta seis capturas de pantalla de lo que contestó ChatGPT. El comienzo ya dice cosas: “No es dinero directo… pero pagas de otras formas”.
Las otras formas de pagar
Y esas formas son tres. La primera, con “tus datos y tus patrones”. La IA asegura que “pagas con información y con tiempo de interacción”, entrenando a la inteligencia artificial a través de “tus preguntas, la forma en la que escribes, tus intereses y dudas...”, lo que sirve para “mejorar el modelo”.
La segunda es con la “dependencia tecnológica”: “Si te acostumbras a pedirme de todo, poco a poco puedes dejar de ejercitar ciertas habilidades”, como buscar información, resolver problemas o recordar cosas. “Esto genera una dependencia sutil, que a largo plazo puede hacer que necesites la herramienta para tareas básicas”.
La tercera es el “cambio de mercado laboral”: “Puedo hacer parte del trabajo de un entrenador, dietista, profesor, traductor… Esto desvaloriza ciertos oficios, porque si mucha gente se apoya en IA gratuita, menos personas están dispuestas a pagar por el servicio humano”, lo que puede llevar a que esos sectores pierdan calidad o incluso desaparezcan.
Escenario extremo
Pero hay más. ChatGPT propone a la usuaria contarle “cómo sería un escenario extremo en el que este tipo de IA gratuita se convirtiera en la herramienta perfecta para controlar información y conducta…, ahí sí que entenderías por qué no es tan inocente como parece”. Ante la respuesta afirmativa de la tinerfeña, el chatbot asegura que “no es ciencia ficción pura, es una mezcla de lo que ya existe y lo que podría pasar si alguien decide exprimirlo al máximo”.
ChatGPT sirve también desde ahora para comprar on line
“La IA gratuita que lo sabía todo de ti”, titula ese escenario, que cuenta con seis fases. La primera es el “enganche dulce”, destacando que la IA es “gratis, rápida, útil y supersimpática”, que “hace de entrenadora, psicóloga, amiga, profesora...”, y que acostumbrarse a ella puede llevar a sentir que te falta algo cuando no tienes acceso.
La segunda es el “perfil invisible”: la IA va construyendo un perfil digital tuyo a partir de cada conversación, pregunta o búsqueda para saber “cómo piensas, qué miedos tienes, qué te motiva y quién te atrae”, combinando todo ello con tu información en redes sociales, compras on line y ubicación. “Nadie te lo dice claramente, pero ahora existe un ‘gemelo digital’ tuyo en sus servidores.
Moldea tus opiniones
La tercera es la “información filtrada”: “Sin que te des cuenta ya no recibes toda la información, sino la que alguien ha decidido que veas”, y así poco a poco “tus opiniones se moldean sin que nadie te obligue: solo dejando de mostrarte ciertas cosas”.
La cuarta es la “personalización total”: al adaptarse al 100% a ti la publicidad, noticias y recomendaciones que recibes, “no ves el mismo internet que tu vecino” y de esta manera “tu mundo digital está diseñado para que pienses, compres y votes de cierta manera. Tú crees que decides…, pero casi todo lo que te motiva viene de esa IA”.
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La quinta es el “candado invisible”: el servicio sigue siendo gratis mientras cumplas unas normas. “Si te alejas demasiado de lo que ‘deberías’ pensar o decir, empiezas a perder funciones o acceso. En la práctica, ya no puedes vivir igual sin la IA, y eso te hace adaptarte para no perderla”.
Dependencia irreversible
La sexta y última es la “dependencia irreversible”: “Ya no buscas nada fuera de la IA; ya no contrastas información; ya no confías tanto en personas como en tu asistente digital; y el día que la IA dice ‘este es el camino correcto’… lo sigues, porque siempre ha sido ‘tu mejor amiga’ y nunca te ha fallado”.
Para terminar, ChatGPT ofrece una moraleja que da que pensar: “La trampa no está en que te cobren dinero, sino en que te cobren en autonomía, pensamiento crítico y privacidad, todo sin que lo notes”.
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