“El cambio me venía bien, pero lo que dejaba atrás en Gernika también era bueno”

El derbi del domingo no será un partido cualquiera para Itziar Ariztimuño. Después de nueve años en el Lointek Gernika, la base bilbaina jugará ante el público de Maloste con la camiseta del IDK Euskotren.

¿Qué sensaciones tiene ante un partido tan especial?

—Para mí sí es especial, pero como equipo estamos tratando de recuperar las sensaciones. Tuvimos un comienzo muy bueno, pero ahora estamos en una mala racha. Independientemente del rival, en mi caso, lo que quiero ir a ganar y volver a la buena dinámica.

El año pasado su compañera Rosó Buch ya pasó por este trance de volver a Maloste con otro equipo. ¿Han hablado de cómo afrontarlo mentalmente?

—Bueno, un poquito, pero nada importante. Es un partido ilusionante, que tienes ganas de jugar, pero insisto en que lo tenemos que ganar como equipo. Yo estoy emocionada, pero espero que estas buenas sensaciones las pueda transmitir al equipo.

En verano puso fin a nueve años en el Lointek Gernika. ¿Fue una salida que tocaba, que necesitaba?

—Pues no sé qué decirte. Yo en Gernika ha estado muy bien, han sido muchos años y le estoy muy agradecida. Pero al final se dio un cambio que me venía bien para probar cosas nuevas y dar un paso adelante. Tomé esa decisión y fue acertada, pero sabiendo que lo que dejaba atrás también era bueno.

¿Ese cambio ha sido muy grande? Porque el IDK Euskotren es un equipo con un sello muy marcado también, pero que ya conocía.

—Sí, al final sabía a dónde venía, ya conocía a varias personas y también al club, que es muy familiar. Por eso, el cambio no ha sido tan grande. Sí en cuanto a rutinas para mí, pero no ha sido nada drástico. Me he adaptado muy rápido y estoy muy contenta.

¿Y en cuanto a su juego, Azu Muguruza le pide algo distinto a lo que le pedían en Gernika?

—No, básicamente me pide que muestre un poco lo que soy yo, que aporte chispa, velocidad y descaro. También estoy intentando probar cosas nuevas, pero al final siempre se trata de dar lo mejor que tengo y tratar de aprender de las entrenadoras y las compañeras, pero siempre dando mi 100%.

Ahora que está en el otro lado, ¿cómo diría que se sienten estos derbis?

—Los derbis siempre son chulos de jugar, tienes conocimiento e, incluso, amistad con las jugadoras del otro equipo y por eso los dos equipos siempre suelen tener ganas. No se viven de una manera exagerada, como quizás pasa en el fútbol.

Este año los dos equipos llegan necesitados de la victoria. En el caso del IDK Euskotren porque llevan cuatro derrotas seguidas, pero pese a ello también tienen muy cerca la Copa.

—Esta última mala racha hace que tengamos que ganar el partido por nosotras, no por la Copa, aunque pueda ser un objetivo. Al final, metemos muchas horas, entrenamos bien, pero las derrotas generan frustración. Este derbi puede servir para ver reflejado esa trabajo.

Lo que está claro es que en la Liga Femenina nadie puede descuidarse, porque la igualdad es grande.

—Sí, yo lo vengo diciendo cada año. El nivel de la Liga sube cada temporada y es muy difícil ganar cada partido. Esta temporada ya se está viendo.

Esa misma igualdad se suele dar en los derbis vascos.

—Sí, me imagino que el partido va a ser largo y muy competido. Por eso, además, puede ser también bonito, que es lo que a la gente le gusta para poder disfrutar.

Solo quedan tres jugadoras en el Lointek Gernika que coincidieran con usted la temporada pasada. ¿Cómo lo está viendo? Porque quizás llega más exigido.

—Bueno, Europa puede pesar un poco, pero creo que lo saben gestionar bien. Pienso que están haciendo una buena temporada, aunque algunos partidos salgan mejor o peor, como últimamente. Pero yo pienso que están compitiendo muy bien.

¿Cómo se imagina jugar con Maloste en contra?

—Me imagino que no lo tendré muy en contra, jaja. Pero siempre es bonito jugar en Maloste. La gente es una pasada y la verdad es que tengo muchas ganas.

¿Y en el futuro podría haber un reencuentro con Gernika?

—Nunca se puede saber. Yo me fui muy bien y agradecida de haber estado ahí. Pero nunca se sabe lo que puede pasar.