Cooper Flagg, el más joven de la historia en anotar más de 40 puntos en la NBA
El novato de los Dallas Mavericks bate el récord que ostentaba LeBron James desde 2003, cuando firmó 37 puntos
“Cuanto más tiempo pasa en pista, más bueno se hace”. Es un elogio de Jason Kidd, técnico de unos Dallas Mavericks que se zarandean en la NBA. El equipo vive deprimido desde la salida de Luka Doncic. La estrella de los Mavs fue traspasada el pasado febrero a Los Angeles Lakers en una decisión que aún resulta incomprensible para gran parte de los aficionados. Las consecuencias siguen pasando facturas. El mes pasado el director general de la franquicia, Nico Harrison, fue despedido. Por un lado, los seguidores vivían enemistados con él. Por otro, desde la marcha de Doncic el plantel ha perdido competitividad.
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El curso pasado los Dallas pasaron de finalistas de la NBA a quedarse sin play-offs. Esta campaña tampoco invita a pensar que la franquicia pueda disputar la postemporada. Al menos, no con los números que presenta actualmente (10 victorias y 16 derrotas). Sin embargo, en los oscuros días de Dallas hay una bandera que ondea arrojando esperanza al proyecto deportivo. Se llama Cooper Flagg, el que mejora con cada minuto que transcurre sobre la cancha.
El flamante número 1 del pasado draft se ha transformado en un motivo para seguir los partidos de los Mavericks. Nadie tan joven ha conseguido anotar más puntos que Cooper Flagg en un solo partido de la NBA. A sus 18 años –este domingo cumple 19–, el alero de Newport, que se alza 2,06 metros sobre el parqué, firmó 42 puntos ante los Utah Jazz para actualizar un récord que estaba en posesión de LeBron James desde 2003, cuando en la temporada de su estreno en los Cleveland Cavaliers registró 37 puntos que venían siendo la mejor marca juvenil de anotación.
Tercero con más puntos anotados antes de cumplir 19 años
En ese mismo encuentro ante los Jazz, Flagg se convirtió también en el tercer jugador de la NBA con más puntos anotados antes de cumplir los 19 años: 479. Solo LeBron James (625) y Kobe Bryant (539) mejoraron en su día el dato que presenta el rookie de los Mavs, que tendrá dos partidos más antes de cumplir los 19 para engordar sus números, el jueves ante los Detroit Pistons y el sábado ante los Philadelphia 76ers. Pese a las marcas que invitan a pensar en que se trata de un talento generacional, alguien llamado a marcar una época en la NBA, el equipo de Dallas firmó la pasada madrugada una nueva derrota (140-133) pese al impulso del joven, que logró los citados 42 puntos, además de 7 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones.
“Obviamente, no hemos ganado. Así que es difícil para mí querer estar contento, aunque está claro que es un éxito”, expresó Flagg, que ejerció con madurez, inteligencia y templanza para conducir el partido a la prórroga. A falta de cuatro segundos fue objeto de una falta que le mandó a la línea de personal. Anotó el primero y falló a propósito el segundo para que Max Christie cogiera el rebote y pusiera el empate en el marcador (129). Luego el equipo de Dallas se deshizo en el tiempo extra. Flagg había logrado una gesta. El alero finalizó con un balance de 13 aciertos en 27 en tiros de campo y 15 de 20 en tiros libres.
Una franquicia a sus espaldas
En el global del curso, este joven talento promedia 34 minutos por partido, con 18,4 puntos (48% de acierto en tiros de campo y 25% en triples), 6,3 rebotes y 3,5 asistencias. Elevar el porcentaje de acierto representará uno de sus desafíos, aunque sus datos se pueden justificar con decisiones precipitadas o rachas escurridizas propias de la juventud. Al fin y al cabo, es un novato.
Por otra parte, se ha mostrado como un jugador completo y versátil que le ha permitido alternar las posiciones de alero o base, y que no rehúye de la asunción de responsabilidad. Está dispuesto a cargar sobre sus espaldas el peso de un equipo necesitado de identidad y liderazgo. En este sentido, cabe recordar que en su campaña previa a dar el salto a la NBA, cuando jugó para los Blue Devils de la Universidad de Duke, promedió 19,2 puntos, 7,5 rebotes, 4,2 asistencias, cifras no muy alejadas de las que está protagonizando.
Flagg es el símbolo de la ilusión para los Dallas Mavericks. Su juego combina potencial físico y capacidad técnica en el dominio del balón, esa mezcla que suelen atesorar los grandes talentos. Es un jugador completo capaz de protagonizar una producción equilibrada de puntos, rebotes y asistencias, algo que no es habitual en novatos. Cuando coge la batuta del juego, en el American Airlines Center se presiente que algo extraordinario puede suceder, porque se sienten testigos de los albores de una carrera deportiva que puede ser estelar. En el pequeño y tranquilo pueblo de Newport, en el estado de Maine, con poco más de 3.000 habitantes, se suele decir que allí nunca pasa nada. Pero ahora el mundo centra sus miradas en un chico que nació y creció allí, y que parece dispuesto a dominar en la NBA.
