Una obligada y difícil reconstrucción para España
Espera encontrar el entrenador y los jugadores que lleven a levantar a otro equipo ganador
En la NBA acuñaron el término reconstrucción para referirse al, muchas veces, lento e incierto proceso que inician las franquicias que tocan fondo en lo deportivo y quieren volver a la senda ganadora. Con la diferencia de que allí cuentan con la herramienta del draft, se puede establecer un claro paralelismo con lo que le espera a la Federación Española de baloncesto en relación a su equipo senior absoluto masculino tras el Eurobasket, que acabó con un resultado histórico para lo malo.
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Dentro de pocas semanas, la presidenta Elisa Aguilar anunciará el nombre del nuevo seleccionador que debe sustituir a Scariolo para llevar adelante una tarea compleja y conducir la nueva era que arrancará en noviembre en Dinamarca con el primer partido de la clasificación para la Copa del Mundo de 2027 en Catar. Más de dos décadas de presencia casi constante en los primeros puestos acabaron de forma abrupta en el duelo ante Grecia, pero en cierto modo se veía venir porque España tampoco se había metido en las eliminatorias en la Copa del Mundo de 2023 y los Juegos Olímpicos de 2024.
La pérdida de talento con la progresiva retirada de la mejor generación de la historia tenía que notarse antes o después y lo ha hecho en un momento complicado porque el nuevo seleccionador no va a poder elegir a muchos de esos jugadores que, en teoría, deben formar la selección española en la próxima década, en la que el Eurobasket que acogerá Madrid aparece como hito principal. Por ejemplo, de los doce jugadores que han jugado el Eurobasket solo va a estar disponible uno en las ventanas de noviembre y febrero (Yusta) porque los demás militan en la NBA, la NCAA o la Euroliga, que no paran en esas fechas. Y de la selección B que tan buen sabor de boca dejó en el periodo de preparación a las órdenes de Jaume Ponsarnau, apenas media docena podrán ser elegidos para los próximos compromisos oficiales por la misma razón.
Conviene recordar lo que sufrió España para meterse en el Eurobasket gracias a un triple afortunado y fuera de tiempo del propio Yusta ante Eslovaquia para comprender que nada está asegurado. La FEB no podrá contar con la generación que fue campeona mundial U19 hace dos años, que aún está por demostrar su valor en la élite, y tendrá que rascar en los jugadores de los equipos de la ACB que disputan las competiciones FIBA. Por tanto, el rejuvenecimiento y la renovación, más o menos radical, que algunos reclaman tendrán que aplazarse y confiar en que ese bloque que pueda armarse en noviembre logre ser uno de los tres primeros del grupo que completan Georgia y Ucrania para avanzar a la segunda fase.
La importancia del jugador seleccionable en la ACB ha caído en los últimos años y ya se ha visto en el Eurobasket que no es tan sencillo asumir en pocas semanas responsabilidades y roles a los que no se está acostumbrado. España no tiene ahora jugadores de primera fila mundial, ni siquiera europea, y por eso el futuro está lleno de incertidumbres si no se acepta que no hay mucho donde elegir.