ALGO más de 3.300 kilómetros separan Lisboa de Debrecen y 24 años distancian dos enormes hitos para el baloncesto de formación español. Del cielo que tocaron en Portugal en 1999 Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Raül López, Felipe Reyes y compañía colgándose al cuello el oro en el Mundial Sub-19 a la gesta firmada el domingo en tierras húngaras por otra generación dorada con Izan Almansa, Jordi Rodríguez, Baba Miller, Lucas Langarita y Rafael Villar a la cabeza. De juniors de oro a juniors de oro. Los primeros dejaron ojiplático al planeta derrotando en la final a una selección de Estados Unidos que parecía inabordable, accedieron por asalto a la élite a base de desbordantes dosis de calidad, irreverencia y ambición y han capitaneado durante dos décadas la era más exitosa del baloncesto español. Los segundos quieren seguir por su mismo camino. Visto lo visto, tienen la calidad y el desparpajo necesarios para mantener viva la llama de una generación que parecía irrepetible, inalcanzable. Incluso, cosas de la evolución humana y del propio deporte, están más trabajados y desarrollados en el plano físico. Su futuro dependerá de su propio desarrollo individual y también de las oportunidades que reciban en la élite para dar ese complicado y decisivo salto que separa a las promesas de las realidades consolidadas.

El Mundial Sub-19 de la selección dirigida por Daniel Miret ha sido magnífico. Inabordable en la fase de grupos (victorias por 27 puntos contra Canadá, por 19 frente a Francia y por 9 ante China, con un 102-20 histórico endosado a Líbano) y tremendamente superior en las eliminatorias (85-47 a Argentina y 83-51 a Turquía), supo sufrir en la final contra Francia. Jugando durante muchos minutos por detrás en el luminoso, fue capaz de forzar la prórroga (63-63) para acabar subiendo a lo más alto del podio tras imponerse por 73-69 con Jordi Rodríguez y Rafa Villar como jugadores más brillantes (18 y 17 puntos respectivamente), el sobresaliente Izan Almansa (14 puntos, cinco rebotes y cuatro robos en 41 minutos), Baba Miller haciendo un gran trabajo e Isaac Nogués sobresaliendo en labores de retaguardia.

El murciano Almansa es el mascarón de proa de esta nueva generación dorada. Pívot de 2,08 metros de altura y 18 años, en 2022 fue ya MVP del Mundial Sub-17 y del Eurobasket Sub-18 y en esta ocasión ha sido designado mejor jugador del Mundial Sub-19, confirmando su excelente progresión. Hijo del exjugador estadounidense Steve Horton, que jugó entre 1996 y 2007 en España, sobre todo en las categorías de plata y bronce con un único curso en la ACB, ha promediado en este campeonato 16,9 puntos, 7,1 rebotes y 22,7 créditos de valoración en 26 minutos de juego. Tras dos años en el Real Madrid, desde hace un par de cursos sigue su formación en Estados Unidos, hasta el momento en la academia Overtime Elite de Atlanta y desde el próximo curso en el equipo Ignite de la Liga de Desarrollo de la NBA, conjunto del que salió Scoot Henderson, número 3 del último draft. Si sigue mejorando sus cualidades técnicas y consolida su físico, la NBA aparece claramente en su horizonte. Además, Baba Miller, ala-pívot de 2,11 metros que desde el verano pasado juega en la NCAA con los Florida State Seminoles, tiene también una interesante proyección que podría impulsarse hasta la liga profesional estadounidense.

En lo que al resto de campeones del mundo se refiere, el alero Jordi Rodríguez ha debutado ya en el Joventut, el azulgrana Rafa Villar se pule en el Lleida de la LEB Oro, el base Lucas Langarita y Alejandro Moreno son otras dos perlas de la interesante cantera del Zaragoza, el director de juego Sergio de Larrea asoma también con fuerza en las categorías inferiores del Valencia Basket, el alero Sediq Garuba, formado como Almansa y Miller en las categorías inferiores blancas, continuará en el Cartagena aunque recientemente ha sido elegido en el draft internacional de la Liga de Desarrollo de la NBA por los Salt Lake City Stars, Isaac Nogués buscará minutos y protagonismo el curso que viene en Huesca, Luis García y David Gómez deberían ser dos piezas importantes en el futuro del Betis y Victory Onuetu intenta abrirse paso en la cantera del Unicaja. Además, en el cuadro técnico del combinado español figuró Roberto Molina, preparador físico del Surne Bilbao Basket entre 2018 y 2022, antes de recalar en el Brose Bamberg alemán.

De los juniors de oro originales, Pau Gasol, Raúl López y Juan Carlos Navarro alcanzaron la NBA; Felipe Reyes, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez, Germán Gabriel y Antonio Bueno gozaron de carreras entre estelares y consolidadas en la Liga Endesa; Souley Drame, Julio González y Cesc Cabeza –este último con el Bilbao Basket– alcanzaron la élite pero desarrollaron gran parte de sus carreras en la LEB y solo un Félix Herráiz –también con pasado en el conjunto vizcaino– que tuvo que retirarse de manera prematura por las lesiones se quedó sin debutar en la máxima categoría del baloncesto español. Esta nueva generación dorada debe aún escribir su futuro, pero de momento su presente es más que prometedor. Sin embargo, necesitarán que se apueste por ellos, que se les abran puertas para demostrar sus cualidades, que como Sub-19 son las mejores del planeta.