Zaragoza será sede desde mañana jueves de la Copa más imprevisible de los últimos años. La igualdad en la Liga Femenina está siendo grande, no hay equipos imbatibles, que parezcan inalcanzables, y lo ocurrido en el torneo masculino con la victoria del Unicaja ha creado la ilusión de que en el Pabellón Príncipe Felipe pueda ocurrir algo similar a lo de 2016 cuando el Conquero Huelva rompió el dominio del Perfumerías Avenida. En aquel equipo onubense estaba Rosó Buch, una de las capitanas del Lointek Gernika Bizkaia que acude a la sexta Copa de su historia y que en esta edición se enfrentará en cuartos de final al Uni Girona con entre 200 y 300 seguidores en las gradas, según reveló Gerardo Candina, el presidente del Gernika KESB, que mostró su “admiración, apoyo y agradecimiento por el gran trabajo que ha hecho el cuerpo técnico para llevarnos hasta aquí”.

Hace un par de meses, el partido se veía como casi imposible, pero ahora las distancias parecen menores porque las lesiones han debilitado a las catalanas en posiciones interiores y porque el Lointek Gernika llega con los objetivos cumplidos y liberado de presión, más allá de tratar de asegurar la quinta plaza al final de la liga regular. El equipo granate vio cortada su racha de cinco victorias ante el Cadi La Seu, que no va a estar en la Copa, lo que subraya esta igualdad y el gran nivel que abre el pronóstico en este torneo en el que se espera un gran ambiente.

“Las derrotas te crean dudas, pero el trabajo te las quita y nosotras no hemos dejado de trabajar pese a los problemas. Ahora tenemos que darlo todo y ser valientes”, pidió ayer martes Anna Montañana, que como jugadora pudo conocer todos los escenarios posibles. “Fui como séptima y perdí la final, fui como primera y perdí en cuartos, fui como líder y gané, fui como líder y perdí…”, comentó ante una cita en la que “no tenemos nada que perder”. “Hay que ir con ambición, con la mente abierta a que cualquier cosa puede pasar, pero con la presión justa y necesaria”, añade alguien que sabe que “nervios y ansiedad tienen todos los equipos porque es una de las semanas más bonitas del año”.

La entrenadora del Lointek Gernika destacó que el Uni Girona, pese a las ausencias, tiene calidad de sobra para reponerse y mantener un bloque muy competitivo. Cecilia Muhate ha sido fichada para suplir a Irati Etxarri y María Araújo, ambas con rotura de ligamento cruzado, y a la francesa Ornella Bankolé, que a su vez había llegado como refuerzo. “No cambia la visión que tengo del Girona. Son jugadoras acostumbradas a disputar partidos trascendentes de forma constante y esa es una baza que pueden explotar, además de su poderío físico. Pero nosotras también tenemos nuestras bazas que pasan por ser un equipo y por que cada jugadora aporte en el tiempo que esté en cancha. Queremos competir al máximo nivel que podamos para que nuestra afición esté orgullosa”, explicó.

Una buena oportunidad

El Lointek Gernika ha superado muchas dificultades desde verano y eso le ha reforzado mentalmente. “Con el año que estamos teniendo, esta Copa es una prueba más. Nos ha tocado superar muchas situaciones difíciles y vamos con toda la ilusión del mundo. Es una buena oportunidad para dar un paso adelante y demostrar que podemos hacer cosas grandes. Pero fundamentalmente queremos competir y disfrutar”, apuntó Itzi Ariztimuño. La base bilbaina coincidió en que el desarrollo de la temporada hace elevar el optimismo, pese a la dificultad del reto de afrontar a un equipo “muy físico y de mucha calidad”. “Tenemos que aprovechar esa situación y nuestro momento. Estoy segura de que el partido va a ser muy igualado y que vamos a tener nuestras opciones. Son muy competitivas, pero nosotras también queremos salir a competir y a intentar ganar el partido”, aseguró Ariztimuño.