bilbao - Desde ayer están en marcha por todo el mundo las primeras ventanas FIBA de la temporada, ese problema que se ha creado, como si no tuviera pocos el baloncesto, como excusa para clasificarse para la Copa del Mundo de 2019. Ya es sabido que los jugadores de la NBA no están en estos encuentros y tampoco los de la Euroliga, al menos en los de este fin de semana, ya que en el colmo de lo absurdo coinciden con los de la máxima competición europea. El enfrentamiento irreconciliable entre la FIBA y la Euroliga tiene una víctima principal, el propio baloncesto, y otras colaterales, que son los clubes de la amplia clase media de Europa, que han tenido que ceder sus jugadores porque no les ha quedado más remedio.
Además, muchos de esos jugadores saben que de clasificarse para la cita mundial no la van a disputar porque entonces sus federaciones elegirán a los mejores. Por un lado, esta ventana les sirve para llegar a las selecciones absolutas, donde ya quizás algunos ya merecieron estar antes, pero por otro les supone una obligación de la que han dispensado a otros y, por tanto, sufren un agravio comparativo. “Es una buena oportunidad para reivindicarse”, ha dicho con pragmatismo Quino Colom, el ex del Bilbao Basket, uno de los líderes de esta selección española que hoy estrena este formato ante Montenegro en cancha balcánica. El domingo España se medirá en Burgos a Eslovenia, que también tiene bajas importantes respecto al equipo que ganó el Eurobasket en septiembre.
El éxodo ha sido masivo ya que, fuera de los que compiten en la Euroliga, los otros trece clubes de la Liga Endesa han tenido que ceder para estos nueve días a sesenta jugadores, a casi cinco por equipo. Es el caso del Bilbao Basket, que tiene a Ricardo Fischer, Lucio Redivo, Pere Tomàs, Dejan Todorovic y Shane Hammink con sus respectivas selecciones y serían seis si Jonathan Tabu no se hubiera lesionado. Esto rompe la dinámica habitual de entrenamientos y, sin duda, se notará en la vuelta a la competición. Los hombres de negro regresarán a la Liga ante el San Pablo Burgos, que tiene también a seis jugadores en las ventanas. El equipo más afectado es el Gran Canaria, que ha perdido a ocho jugadores. - R. Calvo