bilbao - Ya se intuía que la segunda vuelta no iba a ser igual que la primera, que el calendario, al final, impondría su lógica, y el Dominion Bilbao Basket ha empezado a sufrir las consecuencias. Tras sumar cinco victorias en sus primeros ocho desplazamientos, los hombres de negro encadenan ahora cuatro derrotas seguidas fuera de casa, lo que les ha llevado a caer de nuevo de la zona de play-off. Este tramo complicado de la temporada ha coincidido con un bajón físico y mental del equipo de Sito Alonso que el esfuerzo realizado en la Copa parece haber acentuado. Los dos primeros objetivos del curso han quedado atrás y ahora toca resetear, tratar de encontrar el equilibrio en una plantilla que todavía no ha podido encontrar una semana en la que poder trabajar sin sobresaltos y sin gente en la camilla de recuperación.
Ayer fue evidente que al equipo le cuesta hacer los esfuerzos que se requieren para ganar, sobre todo lejos de Miribilla. El Movistar Estudiantes necesitaba la victoria y solo en el segundo cuarto se vio superado por la defensa del Bilbao Basket. El quinteto con el que pudo remontar una desventaja de nueve puntos en apenas cinco minutos duró poco en cancha y, así, el conjunto colegial pudo marcar el ritmo que le interesaba a partir del dominio en el uno contra uno que ejerció Nicolás Laprovittola. Clevin Hannah se metió en faltas muy pronto, demasiado para lo que el equipo demandaba de él en el partido de ayer, y el jugador argentino, al que pretendió el Bilbao Basket en verano, marcó las diferencias porque tampoco Raúl y Borg están para sostener la defensa. Para eso le han fichado al exjugador del Lietuvos Rytas. Entre su calidad ofensiva y la intensidad y capacidad atlética que aporta Diamon Simpson en su regreso, el Estudiantes ha encontrado dos piezas básicas que le deben acercar a la salvación.
En cambio, el conjunto de Sito Alonso apenas puede cambiar su modo de actuar porque carece de los elementos para ello. Begic aún no tiene ritmo, lo que se apreció en sus errores en los tiros libres y en algunas blandas finalizaciones, aunque el esloveno pareció reclamar con algunos gestos una mayor participación en el ataque. Además, Bogris ha bajado su nivel de actividad y ayer solo capturó un rebote en medio partido. Al final ocurrió lo de otras veces en este tramo del curso: que cuando desapareció el acierto el equipo no fue capaz de provocar los fallos del rival. El Bilbao Basket llevaba doce triples a dos minutos de acabar el tercer cuarto en el que aceptó un intercambio de acierto que le mantuvo en el partido. Pero de ahí al final no anotó más desde detrás de la línea de 6,75 metros, el Estudiantes apretó en el perímetro y pegó el estirón definitivo, el que necesitaba para evitarse otro final apretado en el que los nervios podían pasarle una mala factura.
miribilla, la clave Después del resultado de ayer, se acentúa la sensación de que las aspiraciones del Dominion Bilbao Basket de volver al play-off pasan necesariamente por los partidos del Bilbao Arena donde jugará seis de las once jornadas que quedan para acabar la fase regular. Pero, probablemente, con eso no baste para alcanzar ese objetivo. El Fuenlabrada no afloja y ha tomado dos partidos de ventaja en la sexta plaza, el Unicaja -próximo rival al que visitarán los hombres de negro- y el UCAM Murcia están igualados con los vizcainos y el Morabanc Andorra y el Iberostar Tenerife acechan por detrás. El conjunto de Txus Vidorreta se ha sumado a la pelea y hay que recordar que ganó en la primera vuelta en Miribilla por lo que el partido de La Laguna también hay que anotarlo en rojo.
Cabe recordar que la pasada temporada los de Sito Alonso enlazaron cuatro derrotas en abril y tuvieron tiempo de rehacerse para amarrar la cuarta plaza. Ahora las cosas están más apretadas, el margen de error es escaso y el Bilbao Basket tiene que demostrar que puede volver a meter una marcha más a su juego, sobre todo en defensa, para alejar esa imagen de vulnerable que ha dejado en los dos últimos partidos. Hace falta una revisión a todos los engranajes para que la máquina dure aún muchos kilómetros más.