Bilbao - Decía Sito Alonso tras el último triunfo ante el Iberostar Tenerife, que ha metido al Bilbao Basket virtualmente en la Copa, que la defensa es la máxima expresión del compromiso de un equipo de baloncesto. Es en la faceta de la contención cuando se refleja que todos van a una, que todos se sacrifican sin importar su posición dentro del grupo. Por ejemplo, resulta llamativo que Álex Mumbrú sea el jugador de la Liga que más faltas comete, con casi cuatro por partido, más que nunca desde que viste de negro. El capitán es el segundo jugador más utilizado por Alonso, pero no por ello se guarda nada. Si hay que arriesgar o cometer una falta táctica, lo hace sin importar que ello le pueda hacer salir de la cancha. Porque este Bilbao Basket ya ha demostrado que puede funcionar con la participación de todas sus piezas y que no se cae aunque falten quienes tienen roles principales.

Ese trabajo está provocando los elogios de los ajenos que sufren a un equipo, efectivamente, comprometido e implicado -”merece la pena pagar la entrada para verles”, dejó dicho un aficionado del Iberostar Tenerife- y de los propios, que lo comparan con aquel que tanto disfrutó y les hizo disfrutar en La Casilla en la temporada 2007-08. Entonces, el equipo que dirigía Txus Vidorreta presentaba tras catorce jornadas las mejores cifras defensivas de la historia del equipo en la Liga ACB con solo 70,1 puntos en contra por partido, lo que le permitió alcanzar un rendimiento muy por encima de lo esperado, llegar a este punto de la competición con un balance de 11-3 y en el segundo puesto, acabar el año como líder, cerrar la mejor primera vuelta de siempre con solo cuatro derrotas en 17 encuentros y alcanzar la Copa como cabeza de serie.

Siete campañas después, Sito Alonso ha armado un bloque que aprovecha al máximo sus recursos y el trabajo semanal y también ha superado las expectativas para gozo de sus aficionados, que han asimilado la ausencia de competición europea para concentrar su atención en el partido de cada fin de semana. El Bilbao Basket de este año solo recibe 71,5 puntos por partido, siendo el segundo mejor por detrás del Barça, su próximo rival. Además, el balance actual de diez triunfos y cuatro derrotas y el cuarto puesto, igualado con el segundo, calcan al que tenían hace dos cursos los hombres de negro con Fotis Katsikaris en el banquillo. Aquel era un equipo que compaginaba la Liga y la Eurocup y que tenía mayor calidad global para sacar adelante sus compromisos con 80 puntos de media a favor, cuatro más que el de esta temporada, y 74,1 en contra, casi tres más.

cabeza de serie Entonces, el Bilbao Basket cerró la primera vuelta en el quinto puesto con seis derrotas. Ahora, quedan tres partidos muy duros para tratar de superar ese balance y volver a disputar la Copa como cabeza de serie, algo que solo se logró en ese año 2008. Los dos compromisos seguidos en Miribilla ante el Barcelona y el Valencia Basket se reciben como el mejor regalo de Reyes para un club, unos técnicos y una afición que estuvieron cerca de quedarse sin baloncesto. - R. Calvo