HACE cuatro años, Araia Peña (Gernika, 1990) volvió a calzarse las botas para retornar a las pistas de baloncesto. Lo hizo en el segundo equipo de su club de siempre, el de casa, el Gernika. Tras un año y medio parada por motivos personales, la escolta vizcaina comenzó a jugar en Segunda Nacional -la cuarta división del baloncesto estatal- y lo hizo sin grandes aspiraciones, solo con el objetivo de disfrutar. “Fue una época muy bonita. Cuando volví no me esperaba encontrarme tan bien. Metía más de veinte puntos por partido. Pero lo importante era que jugaba con las amigas, nos lo pasábamos muy bien y, además, ganábamos”, recuerda la gernikarra. Unas buenas actuaciones que le sirvieron a Araia para subir al primer equipo y el año pasado fue una de las piezas claves en el ascenso a la Liga Femenina, jugando casi treinta minutos por partido. Una historia digna de las películas de Hollywood que se ha convertido en una bonita e inesperada oportunidad para esta jugadora: “Jugar en Liga Femenina no era mi sueño porque era algo que nunca me lo había planteado, me ha venido por sorpresa y ahora lo cojo con mucha ilusión”.

Otra de las cosas que no entraba en los planes de Araia era enfrentarse al todopoderoso Perfumerías Avenida, el equipo con mayor presupuesto del baloncesto estatal y habitual en la Euroliga. El Gernika Bizkaia recibirá hoy en Maloste a las salmantinas a partir de las 18.30 horas, en un choque que exigirá el máximo a las vizcainas: “Imbatibles no son, pero como no estemos intensas durante los cuarenta minutos, vamos a perder”, explica la escolta gernikarra.

El encuentro se celebra en un momento en el que las pupilas de Mario López no están encontrando sus mejores sensaciones y además llegan con la baja de Britany Miller, que se encuentra en Estados Unidos debido al fallecimiento de su hermano: “El equipo últimamente anda un poco más bajito, pero espero que subamos al mismo nivel que al principio de temporada. Después de Ferrol acabamos un poco tocadas”, explica Araia, que opina que deben mejorar la “actitud” y jugar “con más tranquilidad”.

Salto complicado Sin embargo, no todo es tan bonito en la trayectoria de Araia. Acostumbrada a ser una pieza importante en el equipo, este año ha visto como pasaba de jugar casi treinta minutos de media por partido a quedarse en solo cinco. “El salto de Liga Femenina 2 a Liga Femenina es bastante grande, sobre todo físicamente, que es lo que más tengo que mejorar. Ya sé lo que hay y toca mentalizarse para trabajar en los entrenamientos y aportar todo lo que pueda en lo poco que juegue”, declara.

La Liga Femenina está siendo algo “completamente diferente” a lo vivido con anterioridad para Araia, tanto dentro como fuera de la pista: “Los desplazamientos en Nacional son mucho más cortos, como si ahora jugáramos todos los partidos en casa; además en esa categoría tenía más libertad a la hora de jugar. Este año, las cosas son mucho más profesionales y cuando estamos en la cancha tenemos todo más marcado”, describe la escolta vizcaina. Aun así, a pesar de todos los cambios, de jugar a cientos de kilómetros de casa y ante jugadoras venidas de todas partes del mundo, hay una cosa que no ha variado para Araia. Ni en minibasket, ni en la Liga Femenina: “Mis padres siempre están ahí, han venido a todos mis partidos siempre”.

La escolta del conjunto dirigido por Mario López, al igual que Judith Monasterio o Izaskun García, es un ejemplo para las jugadoras de las cantera gernikarra. “Maloste se llena de niños y niñas que juegan a baloncesto y nos ven como una referencia. Eso hace que lo cojan con más ilusión y se interesen más al tener un equipo profesional en el pueblo”, comenta Araia, que trabaja para que más jugadoras formadas en la casa puedan dar el salto: “Llevo entrenando desde hace ocho años y me haría mucha ilusión ver a mis niñas arriba”. Desde aprender los fundamentos básicos hasta enfrentarse a subcampeonas del mundo. Siempre en Gernika. Un viaje que realiza actualmente Araia y que lo continuará haciendo en Maloste con el apoyo de su gente, el que tuvo en Segunda Nacional y del que disfruta ahora en la Liga Femenina.