Bilbao - Han transcurrido ya nueve jornadas, más de una cuarta parte de la temporada regular, y ahí sigue el Bilbao Basket, encaramado a la parte noble de la clasificación de la Liga Endesa. Su balance de siete victorias y dos derrotas sería extraordinario incluso sin atender a ningún tipo de circunstancia, pero reparando en ellas adquiere un valor añadido fuera de toda duda. No es solo que el club vizcaino llegue de un verano desquiciante en lo extradeportivo o que empezara su pretemporada con retraso, sino que una vez que se lanzó al aire el primer balón oficial el cuerpo técnico liderado por Sito Alonso ha tenido que hacer frente a un sinfín de problemas de enfermería que hasta el momento han impedido a los incondicionales de Miribilla contemplar las posibilidades de su equipo con todas sus piezas a pleno rendimiento.
Las lesiones son parte intrínseca del deporte y el Bilbao Basket ha tenido en estos dos meses de competición la habilidad de convertir la necesidad en virtud, haciendo constantemente encaje de bolillos, reasignando roles una y otra vez e incluyendo sobre la marcha cambios de rumbo en sus esquemas sin que la recaudación de victorias haya sufrido merma. Porque si bien es cierto que únicamente la lesión de Borja Mendia, que solo ha podido jugar los dos primeros choques del curso, puede considerarse de larga duración, también lo es que hasta otros cinco jugadores de la plantilla se han perdido hasta el momento algún partido por lesión. En primera instancia fueron Ethan Wragge y Dejan Todorovic los que no estuvieron a disposición de Sito Alonso al permanecer aún convalecientes de sendas operaciones, mientras que en las últimas jornadas han sido tres jugadores vitales en el esqueleto del equipo -Álex Mumbrú, Axel Hervelle y Dairis Bertans- los que no han podido saltar a cancha, coincidiendo además sus ausencias en el tiempo. Y no solo eso, sino que entre los jugadores que se han vestido de corto en los nueve choques hay varios que no han podido rendir a tope físicamente, casos de Raúl López y Latavious Williams, de menos a más tras pasar por quirófano el de Vic y recuperarse de su fractura de peroné el estadounidense, o Danilo Andjusic. Mumbrú ha jugado también varios partidos mermado por sus problemas en la fascia, a Wragge se le ha visto cojear ostensiblemente en un buen puñado de choques...
Alonso ha reconocido en más de una ocasión que hasta la pasada semana las lesiones no tuvieron gran incidencia en el trabajo semanal, algo que sí ocurrió en los días previos al choque contra Estudiantes al ser los dos ausentes, Mumbrú y Bertans, componentes de la batería exterior. Pasado el partido del sábado en Donostia, el Bilbao Basket hará frente a la parte más exigente del calendario y espera poder competir entonces con la enfermería vacía.