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mOLT be! Así se podía resumir el partido de ayer en el Bilbao Arena. Cuando las cosas peor pintaban, la facción catalana del Gescrap Bizkaia se hizo cargo del asunto con la complicidad de Kostas Vasileiadis, el pirómano que se encargó de elevar la temperatura del recinto de Miribilla para cambiarle la cara al partido después de que el Blancos de Rueda Valladolid firmara un parcial escandaloso e inexplicable, se mire por donde se mire, de 0-24.
Álex Mumbrú había anotado ocho de los primeros doce puntos del equipo antes de sentarse en el banquillo para la correspondiente dosificación de minutos porque no se intuía lo que iba a pasar. La caraja se apoderó de los hombres de negro y Fotis Katsikaris tuvo que recurrir a su banquillo en busca de una reacción que no podía esperar. Así, Vasileiadis puso los puntos en el segundo cuarto, pero Raúl López y Roger Grimau aportaron el oficio y la intensidad necesarios para devolver a los pucelanos un parcial de 22-6 que apretaba las cosas antes del descanso.
Después, en el inicio del tercer cuarto el base de Vic, que festejó ayer su 32 cumpleaños de la mejor manera posible, y el alero de Barcelona sumaron 17 de los 19 puntos con los que el Gescrap Bizkaia transformó un 36-44 en un 55-49 que supuso una delantera ya definitiva y la puntilla a las esperanzas del Blancos de Rueda.
puntos inesperados Raúl López, brillante en la ejecución, ya había dejado algunas muestras de su enorme calidad esta temporada, pero Grimau surgió ayer para añadir a su habitual agresividad 18 puntos con los que seguramente no contaban los visitantes. Y es que el exjugador del Barcelona no anotaba tanto desde hace tres años cuando logró 22 puntos en un choque ante el Manresa que necesitó cuatro prórrogas.
Fue el mejor partido de Roger Grimau en el Gescrap Bizkaia, no solo por el brillo de los puntos, sino también por el trabajo global. Sus puntos, los de Mumbrú y los de Raúl López fueron un total de 49, más de la mitad de los que anotó un equipo que liquidó el partido con ramalazos de calidad llegados desde Catalunya. Mumbrú carga con los galones desde que apareció en Bilbao y López y Grimau demostraron que están para cuando se les necesite.
A los tres, a estas alturas de la temporada, les vuelve a hervir la sangre porque no se conforman con lo conseguido ni con lo jugado. "Hay que ponerse metas importantes y el cuarto puesto lo es", apuntó Grimau, que también advirtió de que los jugadores quieren "acabar esta temporada con el mejor trabajo posible. Luego ya veremos para qué nos sirve".