bilbao

EL Blancos de Rueda Valladolid llega a Bilbao con el agua al cuello y uno de los que arroja los salvavidas es Ricardo Uriz, el mayor de la saga navarra que está firmando sus mejores partidos en la Liga ACB en las últimas semanas. Pero es suficiente para sacar al conjunto pucelano de una situación crítica que amenaza su futuro. "Llevamos arrastrando muchos problemas deportivos y económicos toda la temporada y eso se refleja en la clasificación", reconoce el ex jugador del Bilbao Basket y el Gipuzkoa Basket que tras siete temporadas en Donostia regresó al equipo que le dio su primera oportunidad seria en la ACB hace diez años.

Pero las cosas no han funcionado. "Jugadores que no se adaptaron, cambio de entrenador, lesiones importantes...", refiere Uriz, que se ha hecho con el puesto de base titular por la baja de Dumas. El de Iruñea está jugando por encima de los treinta minutos, con 8,2 puntos y 4,6 asistencias de media en los últimos once partidos. "Intento ayudar al equipo ahora que tengo más responsabilidad. Con minutos y confianza salen mejor las cosas", comenta el base navarro, que lamenta la escasez de triunfos de su equipo. Recientemente, ha podido ganar al Caja Laboral y al Barcelona en sendos choques que se fueron en los últimos segundos. Sin ir más lejos, Uriz también recuerda el duelo de la primera vuelta ante el Gescrap Bizkaia: "Echaron a Katsikaris, teníamos cuatro tiros libres y posesión y no sacamos nada. De poder ir 20 arriba al descanso, ellos reaccionaron y nos superaron en la segunda parte. Son victorias que acabas echando de menos".

Aquel partido fue uno de los primeros de Curtis Borchardt en Valladolid. Después, llegó Darius Songaila para formar una pareja interior que en otros tiempos habría estado lejos del alcance del club vallisoletano. "Con ellos somos más competitivos. Los problemas que tenemos han impedido que hayan llegado antes. Quizás todo habría sido distinto", imagina Ricardo Uriz. El caso es que con solo siete triunfos y colista, el Valladolid sigue "teniendo fe" en la salvación. El base de los pucelanos asume que "está difícil, pero queremos llegar a la última jornada con opciones". La esperanza es lo último que se pierde y a ello se aferra el octavo club con más choques disputados en la máxima categoría. Ahora, su futuro pende de un hilo y por eso "tenemos que luchar hasta el final".