Bilbao. "Me coges en Miribilla. He subido antes porque quiero hacer algo de gimnasio antes del entrenamiento". Pese a que los cuerpos de los hombres de negro están exhaustos por la acumulación de partidos, para Marko Banic no hay excusas que valgan. No puede haberlas cuando uno se juega el pase a la Final Four de la máxima competición continental ante el CSKA Moscú. Tras la histórica victoria del miércoles, el ala-pívot croata pide rebajar el tono de euforia para afrontar con garantías la nueva final de hoy y poder así llevar la eliminatoria a un quinto partido. Asegura que fue en el segundo partido en Moscú cuando se dieron cuenta de que el conjunto ruso no era imbatible y espera que la ayuda del efecto Miribilla sirva para alargar todavía más este viaje alucinante que está siendo la Euroliga.
Un día después de la histórica victoria ante el CSKA Moscú y con el maratón de partidos que lleva el equipo acumulado en estas últimas semanas, ¿cómo tiene el cuerpo?
La verdad es que estoy muy cansado (risas). Es normal después de todos los partidos que hemos tenido que afrontar en un muy corto periodo de tiempo. De todas formas, cuando ves la alegría que había ayer (por el miércoles) en el pabellón, con todo el público disfrutando con nosotros, se te olvida todo. En circunstancias así, dejas el cansancio de lado y juegas a tope.
El duelo del miércoles merece el calificativo de partidazo.
Sin duda. Todo el equipo hizo un trabajo excelente desde el principio hasta el final, sin bajones de rendimiento, haciendo las cosas muy bien tanto en defensa como en ataque. Cada jugador que salía a cancha sabía exactamente cuál era su rol y supo cumplirlo a la perfección. Si a todo esto le sumas el efecto Miribilla... El público una vez más ha sido nuestro primer jugador y nos ha dado energía extra. Fue todo espectacular.
Fotis Katsikaris comentó en la rueda de prensa que antes del partido vio al equipo muy concienciado sobre sus posibilidades de derrotar al CSKA.
En el segundo partido de Moscú nosotros vimos que en Bilbao podíamos ganarles si hacíamos las cosas un poquito mejor de lo que hicimos allí. Sabíamos que teníamos que reducir las pérdidas, jugar más concentrados y más directos, leyendo los cambios que ellos hacen constantemente... Interiorizamos que, si podíamos cumplir con todo esto, íbamos a estar en disposición de competir contra el CSKA, que podíamos ganar.
¿En qué cambió el planteamiento de ayer con respecto a los dos disputados en Moscú, en los que el CSKA fue superior al Gescrap Bizkaia?
Apenas cambiamos nada, simplemente algunos detalles. Lo que sí hemos hecho es leer mucho mejor su juego. El CSKA juega muy raro, tiene muchas peculiaridades, muy pocos equipos juegan al baloncesto como ellos. Además, se dio la circunstancia de que nuestro nivel de acierto de cara al aro, tanto por dentro como en el lanzamiento exterior, fue muy elevado, y eso nos dio mucha tranquilidad y confianza.
Ganar al CSKA tiene un enorme mérito, llegar a dominar en el marcador por 19 puntos aún más, pero lo que también habla muy bien del Gescrap BB es no sufrir ningún bajón a lo largo de todo el partido ante un rival con tanta calidad.
Es que esa es la única forma de competir y poder ganar a un rival tan gigantesco, no hay otra. Si sales un poco despistado, ellos te castigan rápidamente. Eso lo hacen como nadie con su juego en velocidad, robando balones... Pero nosotros tuvimos el acierto de reducir al máximo las pérdidas gracias a nuestro nivel de concentración.
Hubo momentos del partido en los que se vio a un CSKA totalmente entregado al Gescrap Bizkaia, algo que muy pocos equipos pueden decir.
El dato está ahí. Esta temporada solo nosotros y el Galatasaray hemos podido derrotarles y eso da una idea del mérito que tiene esta victoria. Ellos no habían vivido el efecto Miribilla y ahora ya saben lo que es jugar en esta cancha, por lo que en el partido de mañana estarán más preparados.
Los jugadores lo destacan cada vez que tienen la oportunidad. Una vez más, el público estuvo excelente.
Siempre lo destacamos porque es una realidad y porque nuestros aficionados se merecen que les agradezcamos su apoyo. La afición volvió a estar excelente. Nos hizo olvidar el gran desgaste físico que tenemos. Nos apoyó en todo momento y nos ayudó mucho. Siempre nos ayuda mucho.
El bloque funcionó a las mil maravillas, pero en la parcela individual su encuentro fue también sobresaliente.
Estoy contento con mi actuación y porque tuve la oportunidad de ayudar a lograr una gran victoria. Me siento muy orgulloso de pertenecer a este vestuario y a este club, porque todo esto que estamos viviendo este año en la Euroliga está siendo fantástico. El mejor premio tanto para mí como para mis compañeros es ver la felicidad que provocamos a nuestros aficionados, que la gente te pare por la calle para felicitarte, para agradecerte una victoria, para desearte suerte para el próximo partido... Esto es lo mejor que tiene el deporte.
Hablando ya del cuarto partido, ¿qué espera para este compromiso?
Espero a un CSKA Moscú mucho más concentrado y mucho más intenso. En algunos momentos me pareció que ellos estaban bastante más despistados de lo acostumbrado en un equipo de este nivel y creo que no van a volver a cometer ese error, que van a jugar mucho más enchufados. Por lo tanto, lo que nosotros tenemos que hacer es bajar al máximo la sensación de euforia que provocó ganarles el miércoles y jugar al nivel de ese choque.
En la parcela física, ¿les queda todavía gasolina en el depósito?
El equipo está muy bien preparado en esta faceta y, además, cuando se gana siempre es mucho más fácil aguantar todo lo que te echen. Además, cuando juegas en un ambiente como el del Bilbao Arena te olvidas absolutamente de todo y empleas todas tus fuerzas en ir a la batalla, no hay otra. Nosotros sabemos que hoy ante el CSKA Moscú y el domingo contra el Gran Canaria nos jugamos gran parte de nuestro futuro y no hay tiempo para pensar en otra cosa que no sea ganar estos partidos.
Forzar el quinto partido y jugarse a una carta en Moscú el billete para la Final Four sería algo espectacular.
Sería un logro muy grande, una proeza enorme. Yo confío en el equipo y creo que somos capaces de lograrlo. Además, creo que nos merecemos volver a Moscú para jugar ese decisivo partido, porque lo que estamos haciendo en nuestro primer año en la Euroliga es algo extraordinario. Pero repito, antes de pensar en todo eso debemos rebajar la euforia, ser inteligentes y jugar hoy con el mismo ritmo e intensidad que el miércoles.