Bilbao - El Athletic femenino ya está de lleno otra vez en la tarea. El conjunto rojiblanco retornó ayer a los entrenamientos con la vista puesta en la preparación del partido que le enfrentará el 5 de enero al Barcelona en San Mamés, a partir de las 12.00 horas. Un conjunto blaugrana que se está mostrando intratable en la Primera Iberdrola, de la que es líder, y que solo ha cedido un empate en las trece jornadas disputadas. El equipo de Ángel Villacampa llega a la cita recuperando posiciones en la clasificación. Ha ascendido hasta la cuarta plaza, empatado con el conjunto revelación, el Deportivo Abanca, a catorce puntos de las catalanas y con Levante y Atlético en medio.

No ha sido un camino de rosas la adaptación del técnico toledano. O igual era lo normal. Porque el Athletic, por primera vez en su historia, incorporó a su equipo femenino un entrenador foráneo y eso, se quiera o no, genera más dudas de las habituales si los resultados no acompañan de inicio. Y, por el momento, eso parece ser lo que ha ocurrido. Su llegada vino acompañada de tan solo un fichaje, la portera Andrea de la Nava (Logroñés) y cinco canteranas del filial haciendo la pretemporada: Leyre Monente, Naroa Uriarte, Amaiur Sarriegi, Nerea Nevado y Oihane Valdezate -solo esta última se ha quedado en la primera plantilla-. A primeros de octubre se cumplió el primer mes de competición y los resultados eran esquivos. En cuatro jornadas se cosechó únicamente un triunfo y tres derrotas, dos en salidas complicadas, como Levante y Valencia, y otra frente al citado Deportivo que llegó a ser colíder junto al Barça. A todo esto habría que sumar en pretemporada la final con una sangrante derrota por 3-0 ante la Real Sociedad en la Euskal Herria Kopa, que vino a pegar un toque de atención a los planes iniciales del conjunto vizcaino.

Pero de entrada hay que anotarle a Ángel Villacampa su osadía y valentía a la hora de romper moldes en el Athletic. Y seguramente tenía que ser así. Que tuviera que venir un técnico de fuera de Lezama, contrastado y valiente, para realizar los ajustes necesarios que un histórico equipo precisa para aclimatarse, reinventarse y transformarse a los numerosos cambios que se están sucediendo a ritmo vertiginoso en el fútbol femenino. Villacampa siempre ha ido de cara y ha sido capaz de sentar en el banquillo a Ainhoa Tirapu, después de quince temporadas como titular, a Eunate, dueña del lateral izquierdo durante los últimos años, y ha dado paso, manteniendo con templanza el ecosistema del vestuario, a jóvenes como Oihane Hernández, Oihane Valdezate y Ane Azkona, entre otras.

Y todo empezó a mejorar hasta hoy cuando a mediados de octubre se venció en el derbi de Anoeta contra la Real Sociedad. Se sumaron seis victorias, dos empates y solo una derrota en Tenerife. Y solamente el último sorprendente empate en Lezama contra el Sevilla pareció empañar la reacción. En la última jornada un nuevo triunfo en el difícil campo del Sporting de Huelva ha supuesto los ansiados veintitrés puntos marcados por el técnico como primer objetivo antes del parón.