El Athletic visita mañana a un Celta de Vigo de dos caras. Una de cal y otra de arena, preso de una marcada irregularidad, ofrece el conjunto celeste en el transcurso de una temporada en la que compagina LaLiga y la Europa League. De vuelta a competición continental nueve años después, el equipo dirigido por Claudio Giráldez asoma capaz de lo mejor y de lo peor en un curso en el que gana fuera de casa todo lo que deja escapar como local. Ahí se proyectan las dos caras del Celta, que lo mismo asalta el Santiago Bernabéu (0-2), que cede en casa contra Espanyol (0-1) una semana antes y frente al Bolonia (1-2) solo cuatro días después de vencer al Real Madrid a domicilio por primera vez en los últimos diecinueve años.
No hay término medio con el rival que tendrá enfrente mañana el Athletic, que sufre eso sí una barbaridad cuando debe fajarse como local. Al contrario de lo que ocurrió la pasada campaña, el cuadro vigués baja enteros cuando se emplea en casa. Así lo reflejan unos números que resultan esclarecedores y sorprendentes a partes iguales tratándose de un equipo que compite en una Europa League en la que figura en decimonovena posición en la fase liga con nueve puntos de dieciocho posibles. Es en la segunda máxima competición continental, curiosamente, donde el Celta ha encontrado cierto alivio en feudo propio al sacar adelante dos de sus tres compromisos.
Las victorias firmadas en casa ante PAOK (3-1) y Niza (2-1) son las dos únicas que lucen en el casillero celeste en toda la temporada, pues los de Giráldez no han sido capaces de imponerse en ninguno de los ocho partidos de liga disputados en Balaídos. Con un balance de cinco empates y tres derrotas para un total de cinco puntos de 24 posibles con el cartel de local en el campeonato de la regularidad, el Celta asoma como el segundo peor equipo en casa de la categoría. Solo el Levante, hundido en el fondo de la tabla como colista tras sumar un único punto como local hasta la fecha, empeora el pobre registro que presenta el conjunto gallego al calor de su afición.
El Celta, lo mismo asalta el Bernabéu (0-2) y cuatro días después, antes de la visita del Athletic, pierde ante el Bolonia (1-2) en Europa
Se ha convertido Balaídos, por sorpresa, en un problema para el Celta, que a los empates firmados en dicho escenario en LaLiga contra Betis, Villarreal, Girona, Atlético y Real Sociedad, todos por 1-1 y de manera enlazada entre el 27 de agosto y el 19 de octubre, añade la derrota a manos del Getafe (0-2) en la jornada inaugural del campeonato y los dos últimos tropiezos consecutivos en casa ante Barcelona (2-4) y Espanyol (0-1). Respira tranquilidad aun así el Celta en la clasificación liguera al ocupar una décima posición que se explica a través de su gran rendimiento como visitante.
El tercer mejor equipo del campeonato a domicilio sin ir más lejos es el cuadro gallego al recolectar 14 puntos de 21 posibles lejos de sus dominios. Solo Barcelona y Real Madrid, con uno y dos partidos más como visitantes, respectivamente, mejoran los números a domicilio de un Celta que busca dar un paso al frente en Balaídos contra el Athletic. El primer triunfo liguero del curso como local perseguirán los celestes ante el Athletic en un partido que los de Giráldez, derrotados en sus tres últimas apariciones en casa entre LaLiga y la Europa League, encaran tras verse superados claramente por el Bolonia el jueves en un nuevo tropiezo en casa.
TOCADOS
No solo la derrota contra los italianos lamentó el Celta, pues dos jugadores importantes para el técnico celeste no pudieron finalizar el encuentro por distintos problemas físicos. Se trata de los atacantes Bryan Zaragoza y Borja Iglesias, ambos en duda para medirse al Athletic en un choque en el que se espera que Giráldez, que no ha presentado dos alineaciones iguales en sus más de setenta partidos al frente del Celta, continúe con las masivas rotaciones establecidas desde el comienzo del curso con el objetivo de mantener activa a toda la plantilla.
Intenta no en vano el Celta mantenerse a flote en la competición doméstica y en Europa con el desafío pendiente de ganar enteros en Balaídos, donde el Athletic tratará de no convertirse mañana en el primer equipo derrotado en LaLiga por un rival de dos caras.