El Athletic ha vivido esta temporada grandes noches europeas. Lo fue la primera, por todo lo que supuso, regreso a la Champions incluido, y ante un rival que esta campaña oposita a ganar todo lo que juega como es el Arsenal; también la segunda, ante el Borussia Dortmund, con más de 3.000 gargantas rojiblancas arropando al equipo en tierras germanas; a su manera, lo fue la visita del Qarabag a Bilbao, por aquello de que se tradujo en una victoria en la máxima competición continental; qué decir de Newcastle y el vivo recuerdo de aquella Copa de la UEFA del curso 1994-95; pero ninguna como la de este miércoles. Nunca antes el Athletic había medido sus fuerzas contra el vigente campeón de la Champions. El PSG, un equipo que conoce bien Yuri Berchiche, quien jugó allí durante la temporada 2017-18, midió los esfuerzos rojiblancos, su capacidad de sufrimiento, casi infinita, y las aptitudes del de Zarautz para actuar como central.

En un día que arrancó con la triste noticia del fallecimiento de Robe Iniesta, icono del rock&roll con su inigualable voz, sus letras mágicas y actitud luchadora, al que el Athletic rindió homenaje en los prolegómenos de la cita ante el PSG con su melódica canción “Si te vas…”, Berchiche, que es un viejo rockero, un tipo que se las ha visto de todos los colores en esto del fútbol, ejerció de líder de la defensa. Lo hizo portando el brazalete de capitán y en una posición que para nada es la suya.

Las numerosas bajas en el eje de la zaga, con Aymeric Laporte fuera para unos dos meses debido a una lesión muscular, y con Aitor Paredes fuera por sanción, obligaron a Ernesto Valverde a recomponer su línea defensiva. No cabían muchas opciones más allá de experimentos, porque cabía esperar que Jon de Luis, el cachorro citado para la ocasión, no se comiera el marrón de jugar ante todo un PSG. Así, las opciones se reducían prácticamente a dos: Yuri Berchiche o Iñigo Lekue. Ambos han actuado ahí de manera puntual, pero el técnico apostó por el primero y la cosa le salió a pedir de boca.

Quizá no haya en la figura del este miércoles capitán un central para contar con él durante largos periodos de una temporada, para que juegue con regularidad en el eje de la zaga, pero sí para momentos puntuales y citas tan señaladas como las de esta noche. Esas que están hechas para los grandes jugadores.

La cifra: 5

El Athletic acaba la sexta jornada de la fase de liga de la Champions con cinco puntos en su casillero tras empatar con el PSG y está a dos del 24º puesto.

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Que Luis Enrique Martínez apostara por un centrocampista como Senny Mayulu para jugar de nueve y no por un perfil como el de Gonçalo Ramos, este si delantero centro, le agregó además un plus de dificultad a la causa de Yuri, por aquello de la movilidad y no jugar tan en estático. Pero ni con esa. En su reencuentro con el PSG, salvo un pequeño error en el inicio del partido, en el que intentó controlar un balón cerca del borde del área en lugar de despejarlo, lo que acabó provocando una falta peligrosa de Iñigo Ruiz de Galarreta, Yuri lo bordó.

Fue, además, ganando en confianza con el paso de los minutos y un San Mamés encendido. Cierto es que no pudo hacer nada para frenar a Bradley Barcola en una acción del velocísimo extremo, que acabó estrellando el balón en el larguero, pero tiró de veteranía para empujar sutilmente a Joao Neves cuando este saboreaba el gol en la segunda mitad. Claro que lo mejor estaba por llegar, pues en el minuto 87 realizó una de esas acciones defensivas de valor gol al sacar en la línea un remate de Fabián Ruiz. Larga vida a los viejos rockeros.