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Doloroso naufragio del Athletic ante el Real Madrid

Un pésimo arranque de partido, con una notable falta de intensidad y continuos desajustes, condena al Athletic, al que la apuesta de Valverde por jugar con un trivote no le funcionó

En imágenes: Athletic-Real MadridBorja Guerrero/Oskar González

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El inmovilismo en sus propuestas, circunstancia por la que en más de una ocasión se le ha criticado a Ernesto Valverde, no fue tal frente al Real Madrid. Como hiciera ante el Newcastle en Champions, el técnico quiso reforzar su centro del campo, agregando esta vez a Alejandro Rego a la dupla que habitualmente conforman Iñigo Ruiz de Galarreta y Mikel Jauregizar. Un trivotazo en toda regla.Sin Oihan Sancet, que cumplió su segundo y último partido de sanción tras ser expulsado en el Camp Nou, y con un rival que hace ya algún tiempo que viene apostando por centrocampistas de más músculo que de toque, Txingurri se decantó por tener un poco más de control, al menos de inicio, y no tanta energía,la que habría logrado de ubicar en la media punta a Unai Gómez. Claro que una cosa es lo que uno imagina que puede suceder antes de que el balón eche a rodar y otra, muy distinta en ocasiones, la cruda realidad.

El Athletic se dio de bruces contra ella y sucedió aquello que muchos podían imaginar, más aún ante un Real Madrid al que, como admitió el propio Valverde en la previa, los tres empates consecutivos que había encadenado en liga le hacían más peligroso. Como si ya de por sí no lo fuera… Si a esas urgencias de la tropa del cuestionado Xabi Alonso se le une un Athletic desnortado, que salió al campo a verlas venir, como si la cosa no fuese con él, sin la intensidad que requiere una cita así y que demanda un San Mamés a rebosar, que registró la mejor entrada de la temporada, apaga y vámonos.

En imágenes: ¿Has estado en San Mamés viendo el Athletic-Real Madrid? Búscate en nuestra galería de fotosBorja Guerrero/Oskar González

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Que el conjunto rojiblanco no está para muchos trotes no es algo nuevo. Las visitas al Slavia Praga y el Levante parecían haberle hecho recobrar algunas sensaciones que permanecían olvidadas en el fondo de algún armario viejo, pero demostraron ser un espejismo. Al menos si las pretensiones eran que de la nada, o partiendo de muy muy abajo, el equipo iba a estar en condiciones de tutearle a todo un Real Madrid por muchas dudas que este pueda estar transmitiendo en las últimas semanas.

Le queda un mundo al Athletic por parecerse al del curso pasado, por mucho que Valverde se empeñe en rebajar las tensiones y decir poco más que todo va bien. Para empezar, esa energía que transmitía día sí y día también y de la que no hay rastro a día de hoy. Esto deparó en un pésimo arranque de partido. Quizá frente a un rival como el Oviedo, como ya sucedió antes del último parón, pueda valer, pero no contra un rival que tiene a una súper estrella en su equipo que responde al nombre de Kylian Mbappé.

El francés falló en sus dos primeros intentos, pero no en el tercero. Un control magistral con el que dejó atrás a Iñigo Lekue, una carrera para encarar a Dani Vivian y a Aymeric Laporte, que pudo hacer más, y un remate ajustado al palo, imposible para Unai Simón, dieron forma al primer tanto de los madrileños. Lejos de reaccionar, el Athletic siguió apático, como si la fiesta no fuera con él.

En el primer cuarto de hora la posesión reflejaba un triste 69%-31% favorable a los visitantes, que habían completado el triple de pases que su rival: 45 contra 140.

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Análisis de José Manuel Monje del partido contra el Real MadridJosé Manuel Monje

La banda izquierda del Madrid, donde se juntaron Álvaro Carreras, Vinicius y sus gestos al público; y el omnipresente Mbappé, fue un pasacalles. Por suerte, Simón sostuvo a los leones con alguna intervención de mérito. Como también hizo Thibaut Courtois en los mejores minutos del Athletic, que creció con el balón y algún robo en campo contrario. Fallaron Gorka Guruzeta y Alex Berenguer, cosa que no hizo Eduardo Camavinga a las puertas del descanso para matar el partido. Sobró la segunda parte al completo, que fue un paseo para el Real Madrid, que marcó uno más y no hizo el cuarto por Simón. Lo que mal empieza...