Slavia-Athletic: la quimera de conseguir una entrada
Aficionados rojiblancos buscan desesperadamente algún boleto para un partido que un millar de ellos seguirá desde el campo y otros tantos fuera
A medida que se va acercando la hora del partido entre el Slavia Praga y el Athletic las urgencias por conseguir una entrada para el encuentro van en aumento. Semanas atrás el club sorteó entre sus socios 973 de las 1.024 localidades que le había facilitado la entidad checa, que juega en un campo con capacidad para 19.370 espectadores.
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Se inscribieron 5.900 carnés, cierto es que la cifra estaba inflada pues la gran mayoría de personas apuntó más de algún carné para aumentar las probabilidades de éxito, y los que no fueron agraciados llevan desde entonces intentando conseguir algún boleto.
“¿No sabrás de alguien que…?”, “¿Te sobra alguna entrada?”, mensajes de ese estilo se han trasladado por WhatsApp y también en el boca a boca. Incluso hay quien ha utilizado las redes sociales, como X o Instagram, para intentar conseguir alguna entrada. Los ha habido muy afortunados que por alguna baja de última hora han conseguido una, pero la resignación es la tónica general entre aquellos que no han logrado una.
El lunes, a la hora de cenar, un joven que apura un cigarro a la puerta de un restaurante helado de frío. “¿Tenéis entrada?”. “¡Qué va! Todos no. Hemos venido cuatro y solo tenemos dos. Estamos a la espera de que nos diga algo Andoni Gorosabel, que igual le sobraban dos…”.
Es la tónica habitual de muchos grupos de amigos, que verán el partido separados. Unos dentro del campo y otros fuera, toda vez que mucha gente ya había preparado el viaje antes de que se realizara el sorteo.
Sirvan como ejemplo los casos de dos de los grupos que han organizado viajes a Praga. Por un lado, los de la peña Piru Gainza de Basauri, que han viajado más de 70 personas y solo 18 entrarán en el campo. Otro grupo, más numeroso, con unas 150 plazas, también se encuentra ante un panorama similar en lo que a proporción se refiere.
QUEDADA
Aunque hay algunos valientes que se han animado a comprar entradas bien en la zona VIP o en el graderío local, a la espera de que se les permita ver el partido allí sin ningún problema, la gente se ha organizado y la idea es que muchos de los que no tienen boletos se junten en distintos bares del centro de Praga para seguir el partido.
