Un cuarto de hora después de lo previsto, después de que el avión que trasladaba a la expedición del Athletic a Praga tuviera que estar más de 45 minutos esperando en una de las pistas del aeropuerto de la capital checa a la espera de que despegara el vuelo del presidente de Polonia, Ernesto Valverde ofreció sus impresiones en la sala de prensa del Fortuna Arena previas al importantísimo encuentro ante el Slavia en la quinta jornada de la fase de liga de la Champions.
“El otro día tuvimos una derrota difícil en la que cometimos bastantes errores que se pagan ante equipos grandes”, aseguró el técnico, quien no pudo ocultar que el choque frente al Slavia “es un partido importante en cuanto a la clasificación”. “Entramos en la segunda parte de la competición, nos quedan cuatro partidos y cualquier victoria o derrota te da o te quita mucho. El Slavia también tiene la necesidad de sumar puntos y es un partido en el que tenemos que tener al equipo fresco”.
En este sentido, Valverde afirmó que “no solo cuenta el tema de la victoria, también coger buenas sensaciones”. “Tenemos que estar muy atentos, muy fuertes y salir con la intención de ganar. Ellos salen siempre a por ti, no le pierden la cara al partido. Buscamos esa sensación que nos ayude también para la liga”.
Insistió el técnico en que “quedan solo doce puntos” y que por este motivo, “desde el punto de vista de la clasificación ganar y perder supone mucho”. “De perder te quedarías casi sin margen en los que quedan. Ya jugamos en San Mamés el año pasado, ahora aquí y le damos mucha importancia. No estamos bien clasificados, necesitamos ganar si queremos clasificarnos”.
Valverde, que ha ganado en las tres ocasiones previas en las que se ha medido al Slavia, dos veces con el Barcelona y una más con el Athletic, desveló ante los periodistas que no quería medirse al equipo checo: “Es la cuarta vez que coincidimos. Siempre me ha gustado mucho el Slavia. El año pasado les decía a todos que no quería jugar contra el Slavia; este año igual, pero la gente ya les conocía en Bilbao. Admiro el trabajo del entrenador. Lleva muchos años aquí y tiene jugadores con un punto y un espíritu altísimo. Me encanta la fortaleza con la que juegan”.
Y como quiera que el bloque del equipo checo y el técnico son el mismo, Txingurri no espera un partido distinto al disputado en San Mamés. “Volverá a ser un partido parecido. Y si echo la vista atrás a otras veces, siempre son partidos durísimos, con un ritmo terrible, mucha ida y vuelta, muchas segundas jugadas… Es un partido muy duro para nosotros, ya lo fue el del año pasado. Conseguimos los tres puntos, pero sufrimos mucho. Hay que jugar, desde luego va a ser un partido abierto porque ellos juegan fuerte, duro y atacan con muchos jugadores. Nosotros tenemos que estar a esa altura”, concluyó el técnico.