La Liga 2025-26 levantó ayer el telón con dos partidos mientras los clubes trabajan a contrarreloj para tratar de inscribir a la totalidad de sus futbolistas. Si bien hay muchos con los deberes hechos, los hay también con problemas acuciantes en dicha materia. La normativa que rige el fútbol estatal con un límite salarial establecido para cumplir con el denominado fair-play financiero vuelve a poner en aprietos no en vano a varios equipos en el arranque de un curso cuyo mercado de fichajes de verano cierra el 1 de septiembre.

Hay tiempo hasta entonces para cuadrar cuentas, pero con la competición ya en marcha equipos como el Barcelona, Getafe o Sevilla asoman envueltos en una problemática que salpica de lleno al conjunto hispalense, que salvo giro inesperado visitará mañana San Mamés con lo puesto. Hasta la jornada de este sábado, sin ir más lejos, el cuadro andaluz solo ha sido capaz de inscribir a 15 futbolistas, dos de ellos lesionados. Son los casos de los centrales franceses Badé y Nianzou, quienes han sido registrados en LaLiga, pero causarán baja en la apertura del campeonato por sendas dolencias musculares mientras el Sevilla estudia darles salida con el objetivo de reducir su masa salarial.

Badé, pilar en la defensa, apunta a poner rumbo al Bayer Leverkusen si el club alemán pone sobre la mesa los 30 millones de euros que solicita el Sevilla, que encuentra más problemas por falta de pretendientes para sacar del equipo a Nianzou, Rafa Mir, Januzaj, Marcao y Jordán, lesionado hasta octubre este último. Los cinco, fuera de los planes del técnico Matías Almeyda, nuevo timonel sevillista, ostentan las fichas más altas de un equipo que debe dejar salir antes de entrar. Fruto de ello, de los 15 futbolistas que figuran inscritos en LaLiga en la antesala del primer compromiso oficial del curso ante el Athletic están en condiciones de competir el guardameta Nyland; los defensas Carmona, Kike Salas, Pedrosa y Marcao; los centrocampistas Gudelj, Agoumé, Juanlu y Sow; y los atacantes Peque, Ejuke, Isaac y Lukebakio.

Mientras Juanlu aguarda un traspaso que se materializará más pronto que tarde, Pedrosa, reincorporado al grupo ayer mismo, alivia en parte las urgencias que presenta Almeyda al elevar a 13 los jugadores disponibles para San Mamés, donde el pasado curso asomó el Getafe en la primera jornada de liga con solo once jugadores de la primera plantilla inscritos. Con una convocatoria de 18 futbolistas en la que figuraban varios chicos del filial y sin delanteros del primer equipo se presentó el cuadro azulón en Bilbao y logró rascar un punto. Un año después es el Sevilla el que asoma en una situación crítica que, no obstante, no preocupa en exceso en el Ramón Sánchez Pizjuán.

A sabiendas de que el club está pendiente de inscribir a los delanteros Akor Adams y Vargas como refuerzos invernales del pasado ejercicio, así como al guardameta Vlachodimos, el lateral izquierdo Suazo y el atacante Alfon como fichajes estivales, sin contar a dos posibles descartes como el delantero Iheanacho y el guardameta Álvaro, el nuevo director de fútbol del Sevilla, Antonio Cordón, aseguró el miércoles en rueda de prensa que la situación “no es alarmante”.

“ONCE CONTRA ONCE”

Con la mirada puesta en el 1 de septiembre, Cordón manifestó que “iremos a San Mamés con lo que haga falta. Van a jugar once contra once y estamos muy ilusionados de empezar la competición con el grupo que sea necesario, con más chicos de la cantera o con menos. Seguimos trabajando para poder llegar con un buen equipo a San Mamés, y después al siguiente partido. Preocupación, no. Cada día estoy con ilusión”.

“Casi todos los equipos españoles, exceptuando los que tienen más poder económico, están en una circunstancia similar. Creo que debe haber entre 50, 60 o 70 futbolistas que no están inscritos más fichajes que van llegando y no van a ser inscritos aún. Nosotros desde el primer momento comentamos que en el Sevilla, en las circunstancias que se está, se tienen que vender activos del club y que hay jugadores que tienen unos salarios muy importantes que tenemos que intentar sacar”, finalizó Cordón, quien trabaja a contrarreloj.