Una tarde redonda para el Athletic ante el Valencia

Qué manera de competir la de este Athletic. Qué manera de gestionar los tiempos de un partido. Qué manera de ir masticando los encuentros, cansando a sus rivales, amasando a las fieras para hincarles el diente en el momento oportuno. Qué manera de defender la suya, que ayer en Mestalla enlazó cinco encuentros consecutivos sin encajar un gol, igualando un registro de la temporada 1983-84. Y sí, qué manera de atacar también. Porque aunque sus registros ofensivos hayan menguado en los últimos partidos, goles como el que anotó ayer Alex Berenguer compensan cualquier tipo de imprecisión ante la portería rival.

El navarro, un futbolista fundamental en este Athletic, en el que ha asumido siempre el rol que le ha tocado, ya sea el de titular indiscutible o el de suplente de lujo, es especialista en asomar en momentos clave. Lo hizo el año pasado al anotar el penalti que le dio al equipo la Copa y ayer, mientras el Villarreal le remontaba al Barcelona en Montjuic, se inventó un derechazo a la escuadra, imposible para Giorgi Mamardashvili, al que le amargó su despedida, para darle la victoria al Athletic. Un triunfo que certifica la cuarta posición en liga de los rojiblancos, quienes el jueves cerraron su clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones y que ayer redondearon una temporada espectacular asegurando la cuarta plaza. Un puesto que lleva un doble premio, pues además de recibir una mayor prima económica, en enero disputará de nuevo la Supercopa y, de paso, se librará de las dos primeras rondas de Copa. Una tarde redonda, no cabe duda.

El Athletic jugó su partido ante el Valencia con un ojo puesto en el estadio de Montjuic, donde el Barça recibió al Villarreal. Una derrota de los castellonenses le habría bastado para asegurarse ser el mejor de los mortales en liga tras Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid sin importar el resultado de dicho encuentro, pero como quiera que los culés siguen de celebración y el equipo de Marcelino García Toral está acabando la temporada como una moto, a estos les dio por remontar un partido que empezaron ganando y trasladaron la presión a los rojiblancos. Después de llegar a cero al descanso, el Athletic dio un paso al frente en la segunda mitad, impuso su ley y Berenguer remató la faena.

No fue un partido de esos que generan afición, tampoco les hizo falta a los bilbainos. Fueron masticando su triunfo poco a poco, ganando metros, como en el rugby o el fútbol americano. El Valencia cedió al mayor empeño de su rival y se encontró con un gol en contra a 20 minutos para el final al que fue incapaz de responder.

No es de extrañar, pues enfrente tenían a la mejor defensa de Europa. A un equipo que es una roca, que ha sabido hacer de su sacrificio como colectivo una gran virtud. Y ahí están los números para refrendarlo: únicamente 26 tantos en contra en 37 jornadas. Salvo goleada del Barça en el último partido del curso, el Athletic acabará la temporada como el equipo menos goleado de Primera División y quién sabe si de las cinco grandes ligas de Europa.

Todo le salió a pedir de boca en Mestalla. Oihan Sancet volvió a ser titular, Iñaki Williams tuvo unos minutos que le permitirán acabar la temporada en activo, Gorka Guruzeta volvió a dar señales de ese delantero asociativo que tan buenas impresiones dejó el curso pasado y Óscar de Marcos pudo reservarse para su gran adiós porque Iñigo Lekue está acabando el curso como un tiro. El capitán se dará un baño de masas este fin de semana en San Mamés frente al equipo al que anotó su primer gol 16 años atrás y en una cita en la que el Athletic buscará un nuevo récord de puntuación tras igualar ayer los 70 que firmó en la temporada 2013-14.

La cifra

200

Iñigo Lekue disputó ayer, en el encuentro que enfrentó al Athletic con el Valencia en Mestalla, su partido número 200 de liga con el conjunto rojiblanco, con el que debutó en agosto de 2015. Casi diez años después, convertido en uno de los capitanes del equipo, el bilbaino acumula un total de 262 choques como león.