Los radicales vuelven a empañar el operativo de seguridad
La agresión a cuatro hinchas del Rangers y diversas cargas de la ertzaintza tras el partido deslucen una jornada sin grandes incidencias en la previa
El operativo de seguridad preparado y ejecutado por la Ertzaintza y la Policía Municipal para la vuelta de los cuartos de final de la Europa League no finalizó con éxito pese a que durante buena parte de la jornada todo fue como la seda. Y eso que los cambios realizados respecto al plan desarrollado en el anterior duelo continental del Athletic, ante la Roma, funcionaron casi toda la jornada.
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En esta ocasión, el perímetro de seguridad de la explanada se extendió a todo San Mamés, con unas vallas y unos arcos metálicos que rodeaban el estadio rojiblanco en su totalidad. Además, para la llegada de los escoceses, se separaron todavía más las entradas de ambas aficiones, cortando las calles de Sabino Arana y Felipe Serrate para que solo los hinchas del Rangers tuvieran acceso a ellas. Asimismo, hasta las 19.45 no se permitió que ningún athleticzale cruzara las vallas de seguridad para acceder a la explanada.
Seis detenidos durante los incidentes registrados tras el Athletic-Rangers
Cabe destacar que el seguimiento a los escoceses, que se lo pasaron en grande en la calle Iparraguirre, se desarrolló sin complicaciones y, a diferencia de la Roma, accedieron a La Catedral dos horas antes del pitido inicial y mediante unas fuertes medidas de seguridad, con cacheos exhaustivos y unidad canina incluida. La única pega a este nuevo protocolo de seguridad es la confusión que generó en los aficionados del Athletic, que no sabían por dónde tenían que entrar al estadio.
Indignación de los hosteleros de San Mamés por el dispositivo de seguridad: “Vamos a tener el bar cerrado tres horas”
Pero de nuevo fueron los radicales locales -los mismos que protagonizaron diferentes altercados en la visita de la Roma- los que tensionaron el operativo de seguridad. La primera nota negativa de una jornada festiva fue la agresión que sufrieron cuatro seguidores del Rangers por parte, presuntamente, de una veintena de ultras rojiblancos. Los hechos se produjeron sobre las 19.40 horas en la calle María Díaz de Haro, muy cerca del estadio rojiblanco, y se saldó con un escocés atendido por daños en un ojo y en la cabeza. Minutos antes de que terminara el encuentro, junto a la estatua de Iribar, varios hinchas visitantes increparon a hinchas rojiblancos y la Ertzaintza tuvo que intervenir. A la conclusión de la contienda, cuando los aficionados del conjunto escocés estaban siendo extraídos de San Mamés, se produjeron algunas cargas policiales contra radicales locales que intentaban acercarse a ellos. También se registraron peleas entre miembros de Herri Norte y aficionados del Athletic en el lugar en el que se ubica la estatua de Iribar, además de vuelco de contenedores. Al cierre de esta edición seguían los altercados y al menos una persona había sido detenida.
Daños colaterales
Como ocurrió en la visita de la Roma, cuando los incidentes a la entrada de los italianos a San Mamés obligaron a cerrar los bares de la zona, la Ertzaintza volvió a obligar a bajar la persiana a la hostelería de la calle Felipe Serrate. Esta vez no se hubo altercados mientras los 2.600 escoceses eran escoltados hasta sus puertas. Pero la policía optó por cerrar sin previo aviso estos establecimientos de 16.30 a 20.30.