Una final por la Champions en La Cerámica

LaLiga adquiere temperatura y comienza a deparar encuentros con aroma a finales. A pesar de que al término de la jornada restarán otras ocho para la conclusión del campeonato, el margen de error es cada vez más reducido y eso hace que la valía de los puntos se multiplique semana tras semana. Más aún si emergen duelos directos por un mismo objetivo como el que protagonizan esta tarde Villarreal y Athletic en el Estadio de la Cerámica, donde ambos equipos medirán fuerzas en un choque mayúsculo con la musiquilla de la Champions de fondo.

El conjunto rojiblanco, afianzado en la cuarta posición con 53 puntos en 29 jornadas, defiende una cotizada plaza por la que pugnan el cuadro castellonense y el Betis a sabiendas de que, salvo hecatombe de los equipos que continúan en liza en competiciones europeas, el quinto clasificado de LaLiga obtendrá un billete extra para la próxima edición de la máxima competición continental. No depender de factores externos y tener la posibilidad de disputar la Supercopa de 2026 como cuarto clasificado acentúan, no obstante, la importancia de conservar una posición que la tropa de Ernesto Valverde ha hecho suya en los últimos meses.

Seis puntos de ventaja respecto al Villarreal presenta el Athletic, si bien el submarino amarillo asoma con un partido menos disputado al tener pendiente de jugar el próximo 27 de abril el encuentro aplazado frente al Espanyol en feudo propio. En caso de sumar hoy los tres puntos en juego, los de Marcelino estarían por tanto en disposición de igualar en la tabla a los bilbainos, que se impusieron 2-0 en el enfrentamiento de la primera vuelta en San Mamés. No es un dato menor, pues otra victoria, un empate o incluso perder por un gol de diferencia esta tarde daría al Athletic el gol-average particular sobre un Villarreal que proyecta un +12 en el cómputo general por el +24 de los leones.

Cita trascendental donde las haya, el pleito exige una óptima puesta en escena por parte de los rojiblancos sin pensar lo más mínimo en la ida de los cuartos de final de la Europa League a disputar el próximo jueves ante el Rangers en Glasgow. No se espera otra cosa que un Athletic enchufado desde el pitido inicial en La Cerámica, donde aguarda un rival con el inconfundible sello de Marcelino y con futbolistas de jerarquía. Nombres como los de Juan Foyth, Pape Gueye, Alex Baena o Ayoze Pérez resaltan en un equipo que superó la pasada semana al Getafe a domicilio tras enlazar dos derrotas consecutivas para acortar así distancias con el Athletic, que no pudo pasar del empate sin goles contra Osasuna en San Mamés.

Sobrecarga muscular

Les faltó chispa e ideas a los leones en un derbi que vio desde el banquillo sin siquiera calentar Oihan Sancet, quien repite en la convocatoria para afrontar con el resto del grupo un encuentro crucial al que se suma Dani Vivian, de vuelta cinco partidos después tras dejar atrás la lesión muscular que sufrió en la visita continental al Olímpico de Roma. La mala noticia es la baja de última hora de Yeray Álvarez, que acabó el entrenamiento de ayer con una sobrecarga en la musculatura aductora de su pierna derecha. El de Barakaldo es duda para Escocia. Iñigo Ruiz de Galarreta es el otro que permanece en la enfermería.

Sin pistas respecto a las alineaciones desde los banquillos, la lógica invita a pensar que Valverde saldrá con todo en busca de un triunfo que permitiría abrir brecha en la clasificación sobre un rival directo por la Champions. Ligeros de piernas tras disfrutar de una semana limpia encaran la cita los rojiblancos, que buscan repetir el triunfo cosechado el pasado curso en el mismo escenario. 2-3 vencieron entonces con goles de los hermanos Williams y Ruiz de Galarreta los hombres de Valverde, en plena defensa esta vez de una cuarta posición que se pone en juego en un choque de altos vuelos con aroma a final.