Mikel Jauregizar lideró el centro del campo del Athletic contra Osasuna en alianza con Beñat Prados, quien fue sustituido en el minuto 58 por Unai Gómez. El partido completo disputó el centrocampista bermeotarra, a quien Ernesto Valverde alistó de inicio dándole galones ante la baja por lesión de Ruiz de Galarreta, víctima de una sobrecarga muscular. Después de salir desde el banquillo en los dos envites internacionales disputados durante el parón liguero con la selección española sub’21 frente a República Checa y Alemania, el vizcaino dio el do de pecho ante los rojillos sin acusar el desgaste internacional, según afirmó tras el partido.

“Jugué el martes media hora contra Alemania y no me supuso mucho esfuerzo. Al volver tenía clara la prioridad de este partido y no me costó nada prepararme para jugar”, indicó al respecto Jauregizar, quien afrontó el derbi al borde de la suspensión por acumulación de tarjetas al coleccionar cuatro en liga. En cuanto a si dicho factor le condicionó de alguna manera a la hora de fajarse en el terreno de juego, el de Bermeo quiso dejar claro que “no me cohíbo, porque tenemos jugadores de sobra para jugar en el centro del campo y si me cae una tarjeta amarilla, mala suerte y a seguir”.

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“Estábamos mentalizados de que iba a ser un partido difícil y que iba a ser complicado penetrar en la defensa de Osasuna. Siempre piensas en ir hacia adelante y a por el rival, pero a veces no se puede”, afirmó asimismo Jauregizar, quien admitió la falta de fluidez en el juego colectivo y subrayó respecto al choque del domingo ante el Villarreal a domicilio que “sabemos la importancia de ese partido. Podemos decir que es una final y será un reto muy bonito. Pelearemos por sumar los tres puntos, tenemos la semana limpia para prepararnos bien e iremos a por la victoria”.