El Athletic volvió a atascarse ante Osasuna en San Mamés, donde el conjunto rojillo se ha acostumbrado a vender cara su piel en los últimos años. Buscó la victoria de principio a fin la tropa de Ernesto Valverde, pero apenas encontró situaciones favorables para acercarse a la portería defendida por Aitor Fernández, quien resolvió con tino las acciones en las que se vio exigido. Fue Nico Williams, con un disparo desde la frontal del área en la primera mitad y con otro remate a bocajarro en el segundo acto, quien más cerca estuvo del gol en una tarde áspera a más no poder para Maroan Sannadi.
El delantero, de vuelta a la titularidad tras partir como suplente en la visita al Sevilla previa al parón por los compromisos internacionales, se fajó sin fortuna con el trío de centrales que formaron Jorge Herrando, Alejandro Catena y Enzo Boyomo. Con los tres libró una ardua batalla cuerpo a cuerpo el gasteiztarra, que recibió media decena de faltas y se desesperó por momentos ante la permisividad del colegiado Cuadra Fernández. A ninguno de los centrales rojillos, pese a la acumulación de infracciones sobre el punta, amonestó el trencilla balear, que solo mostró la cartulina amarilla a Catena por entorpecer un saque en largo de Unai Simón con un agarrón.
Solo en una ocasión pudo probar fortuna de cara a gol Maroan, quien remató fuera y solo logró imponerse en seis de los doce duelos individuales en los que se vio inmerso en un día significativo a título personal. Tocó a su fin no en vano el Ramadán, celebración que el ‘21’ del Athletic ha llevado a cabo desde el pasado 1 de marzo sin poder comer, ni beber en las horas diurnas. “Estoy siguiendo las pautas de alimentación e hidratación que me está brindando el club y no me afecta en nada, porque es algo que llevo haciendo toda la vida”, aseguraba el protagonista el pasado miércoles en la sala de prensa de Lezama, donde subrayaba sus ganas de afrontar el derbi ante Osasuna en busca de tres puntos que los rojiblancos no pudieron sumar pese a buscarlos con tesón.
Sobrevivió al empuje local el conjunto navarro, que consiguió maniatar a los atacantes rojiblancos. Ni los Williams, ni un deslucido Alex Berenguer, ni el propio Maroan se sintieron cómodos en ningún momento en un envite de trincheras del que salieron vencedores los visitantes. Consumó su objetivo, portería a cero, un atrincherado Osasuna al que no fue capaz de hincar el diente el Athletic, que tampoco encontró la manera de cambiar el signo del encuentro con los cambios que introdujo Valverde. En el minuto 69, después de la doble variación que ordenó el técnico en el 58 con la salida del campo de Óscar de Marcos y Beñat Prados en favor de Andoni Gorosabel y Unai Gómez, tocó a su fin el partido para Maroan, que abandonó a la carrera el verde para ser reemplazado por Gorka Guruzeta.
Desapercibido
Con el gesto torcido se sentó en el banquillo el punta, que dejó su lugar en el campo al máximo artillero rojiblanco del pasado curso. No atraviesa su momento más dulce como león, sin embargo, el ariete donostiarra, que solo ha marcado un gol en los 17 últimos partidos. Con el zarpazo en la goleada endosada al Valladolid (7-1) en San Mamés el pasado 23 de febrero como única diana en 2025, Guruzeta ha visto reducido su minutaje desde la llegada de Maroan, quien le ha arrebatado la titularidad.
No pudo el guipuzcoano reivindicarse en los 22 minutos que disputó contra Osasuna, un derbi disputado que concluyó con un reparto de puntos del agrado del equipo que dirigirá una semana más el cuestionado Vicente Moreno.
