Mes y medio le ha bastado a Maroan Sannadi para demostrar que puede ser útil para Ernesto Valverde. Con ocho apariciones, la mitad como titular, lo que se traduce en 376 minutos, equivalentes a poco más de cuatro partidos completos, el delantero nacido en Gasteiz ha encajado en el Athletic con absoluta naturalidad. Por su comportamiento, se diría que el abismo objetivo existente entre militar en el Barakaldo y participar en citas de la Europa League no es tal. Al menos no para él. No ha necesitado un período de adaptación, se le ve completamente integrado en la plantilla y en el juego del equipo desde el mismo día de su debut.
Aún es prematuro extraer conclusiones definitivas de su irrupción en la élite del fútbol; al fin y al cabo, se trata de un período muy breve. Es evidente que ha sabido rentabilizar el factor sorpresa, lo que no siempre está al alcance de un recién llegado, pero por delante le queda la parte más difícil: asentarse y responder en el largo plazo a las expectativas generadas en un puñado de actuaciones. De momento, parece que a juicio del entrenador representa una alternativa consistente en la demarcación de ariete. Los datos reflejan que Maroan compite abiertamente con Gorka Guruzeta, máximo realizador de la pasada campaña con 16 goles.
La historia que protagoniza no tiene desperdicio; sí, mucha miga. Valdría para inspirar un cuento. El fichaje coincidió con su 24 cumpleaños, el primero de febrero, quince días antes había pasado por Lezama vistiendo la camiseta gualdinegra y apuntilló al Bilbao Athletic con el undécimo gol de su cuenta personal. El Athletic le extendió un contrato hasta 2029 y abonó en torno a cuatro millones de euros al Alavés. Solo 24 horas después, figuró en la expedición que visitó el Villamarín. No salió del banquillo y a su lado se sentó Javier Martón, llegado con la carta de libertad del Sanse en 2023. El delantero navarro acababa de dejar boquiabierta a la afición con un vistoso gol de vaselina al Viktoria Plzen, pero apenas unas horas más tarde recalaba a préstamo en el Albacete. Unos van, otros vienen.
El siguiente fin de semana, Maroan se estrenó en San Mamés frente al Girona supliendo a Guruzeta. Correspondió al cálido recibimiento con una entusiasta puesta en escena y algún gesto impropio de un novato. Pasó con nota su segundo examen, en el campo del Espanyol, ya como titular, y en la tercera oportunidad, colaboró con un gol en la paliza al Valladolid. No ha dejado de sumar minutos en el resto de los compromisos posteriores, incluidos los dos con la Roma. En el Olímpico, aunque no se dejó intimidar, la zaga italiana le calentó a conciencia; en la vuelta se tomó la revancha al provocar la expulsión de Hummels, clave en el signo de la eliminatoria.
GRANDE Y FINO
Maroan aporta un perfil que no había en el ataque, gracias a su envergadura y potencia. El clásico nueve sin reparos para ir al choque con los centrales, incómodos ante un rival de su talla, que también explora los espacios para conducir. Su físico induce a engaño, no es el típico armario que ejerce de boya para bajar balones; de hecho, ha dejado muestras de poseer un buen manejo. Le gusta asociarse a ras de césped. Ahora, Valverde combina a Maroan y Guruzeta en función del oponente y del desarrollo del juego.
El panorama ha cambiado para el guipuzcoano, aunque su peso específico en el equipo había experimentado un descenso antes del fichaje de Maroan. En su primera campaña, 2022-23, Guruzeta se fue abriendo camino poco a poco, adquirió cierta relevancia en la segunda parte del calendario y acabó con seis goles. Explotó en el siguiente ejercicio rodeado de los indiscutibles Sancet, Nico e Iñaki Williams. Fue una especie de tapado que se reveló básico en la mejoría colectiva en el apartado realizador.
Colaboró activamente en un buen número de los 61 goles que posibilitaron el regreso del Athletic a Europa, una cifra muy superior a las logradas durante una década. La plantilla había hallado un elemento capaz de agilizar el juego fuera del área y mostrarse letal dentro de la misma. Un dos en uno que, sin embargo, arrancó la temporada vigente sin chispa. Tardó siete jornadas en ver portería y el técnico fue probando otras soluciones: Iñaki Williams, Djaló y más tarde Berenguer, le privaron de varias titularidades. Guruzeta no ha dejado de intervenir, solo ha faltado en dos ocasiones, en ambas por lesión, pero salvo en tardes sueltas no ha emulado el nivel del año anterior. Atraviesa un período gris que no está pudiendo compensar ni con los apoyos que presta a los compañeros, ni con el desgaste que invierte en la presión, ni con puntería. En 39 apariciones ha acumulado siete goles. Y está el detalle de que, entre el sexto y el séptimo, estuvo dos meses en blanco.
En el tramo final, que constará de doce partidos como mínimo y quince como máximo, todo apunta a que Guruzeta y Maroan deberán convivir, repartirse los minutos. A Valverde le toca administrar el potencial extra resultante de la suma de los dos.
Contra R. Madrid y Athletic
LaLiga pierde el recurso
Acuerdo de CVC. La Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso de apelación interpuesto por LaLiga contra la sentencia que anulaba la Asamblea del pasado 12 de agosto de 2021, pero la patronal dejó claro que esta sentencia no afecta al acuerdo por el proyecto Impulso con CVC que de hecho ya fue defendido por la justicia. La resolución conocida ayer miércoles, desestima el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia que anulaba el acuerdo asambleario en relación con la aprobación del Term Sheet relativo al Proyecto CVC. Sin embargo, desde la patronal apuntan que es un fallo aún no firme, que será recurrido en casación ante el Tribunal Supremo y, sobre todo, que no afecta a LaLiga Impulso. Sobre la denuncia de Real Madrid CF y Athletic Club que sigue su curso y “desde el máximo respeto a las decisiones judiciales”, LaLiga aclaró que “la sentencia en ningún caso afecta a la validez y mantenimiento del Proyecto LALIGA Impulso con CVC”.