Los lazos con el fascismo del Olímpico de Roma

El Estadio Olímpico de Roma es un recinto espectacular, imponente desde fuera por su gran tamaño y espectacular en su interior. Allí volverá a jugar el Athletic el 6 de marzo el partido de ida de los octavos de final de la Europa League y su interior, entre las más de 63.000 personas que se esperan para seguir el encuentro en directo, habrá un buen número de gargantas rojiblancas. Estos, como el resto de aficionados, accederán a un recinto en el que resultan más que llamativas las muchas referencias al fascismo italiano.

A pocos metros de cruzar el primer control, en su exterior, un gran obelisco en el que se lee “Mussolini dux” (Mussolini general) sirve de bienvenida, para que la gente se vaya haciendo a la idea de lo que se encontrará unos pocos metros después.

Los baldosines

Una vez superado ese primer control, pequeños baldosines, que se cuentan por miles, dan forma a distintos recuerdos en forma de grabados del imperio romano, con legionarios, leones y demás. Pero lo más sorprendente son las palabras “Duce”, en referencia al dictador Benito Mussolini, que se repiten a lo largo de los muchos metros de baldosines.

También hay lugar para legionarios realizando el saludo fascista en un recorrido que perdura en el tiempo, aunque con algunos arreglos estéticos, y que al ser patrimonio nacional de Italia no se puede quitar.