Athleticlandia es el mundo del club rojiblanco. Un planeta que va más allá del fútbol, que se sale del rectángulo de juego para abarcar... prácticamente todo. Y no, no es una bilbainada. “El Athletic está presente en las siete bellas artes: arquitectura, música, literatura, danza, cine, pintura y escultura. Eso no lo pueden decir otros”, subraya orgulloso Carlos Ranedo. Un repaso a este universo expandido cabe en el libro de este publicista y de Aingeru Herrera, la mano creativa que traza las ilustraciones de una obra que también condensa la historia puramente deportiva.

Las infinitas huellas del Athletic en tantos y tantos terrenos quedan marcadas, por ejemplo, en la pieza de danza Zarra, con la que, precisamente su nieta le homenajea a golpe de flamenco; en la obra de teatro Pichichi; también con La Otxoa, y su canción El Athletic ¡Qué Alegría! ¡Qué emoción!; en la película La muerte de Mikel; en calles como Athletic Club Kalea en Barbolla, una pequeña localidad segoviana... “A mí me fascinan dos hechos: la presencia del Athletic en el cine, que se remonta a hace más de 100 años y que va desde vídeos de los primeros partidos en 1912 hasta una aparición de Julen Guerrero en la serie de televisión Médico de familia. Y luego, también me encanta la banda Orsai, cinco jugadores profesionales que se juntan en sus ratos libres para hacer canciones. Me parece que solo puede pasar con este club”, sostiene el artífice de Athleticlandia (Ediciones El Gallo de Oro). Aingeru también se deja atrapar por la vertiente cinéfila del cosmos rojiblanco. “¡Carlos me hizo ilustrar 30 pósters de películas!”, desvela, entre risas. Los dibujos de este artista comparten protagonismo con las letras. Hay un empate. “Mi primer trabajo ha sido intentar hacer justicia a los textos de Carlos y a todo lo que cuenta, a todas las historias, las anécdotas... Las ilustraciones son un acompañamiento, aunque Carlos me ha cedido la mitad del espacio del libro; ha sido muy generoso”, asegura Aingeru.

Ambos han formado equipo por primera vez después de que el escritor descubriera por Instagram la mano aguda y certera de este ilustrador. “Sentí que tenía una frescura y una modernidad que no había visto en otros”, reconoce Carlos. Esas impresiones se trasladaron al papel de Athleticlandia con acierto. No defraudaron al autor. “Pensé: Las ilustraciones son tan chulas que da igual lo que yo escriba. Ha sido un placer. El proceso ha sido superbonito”, destaca este bilbaino, que ya había hecho incursiones literarias en rojo y blanco con El mejor equipo del mundo y Athleticpedia. Sin embargo, Carlos echa en falta más publicaciones sobre el Athletic. Por eso: por su singularidad, por su capacidad gigantesca para despertar sentimientos, por todo lo que mueve, por lo evocador e inspirador que es este club... “Tendríamos que ver a día de hoy en las librerías de Bilbao 80 libros de todo tipo”, considera. Con su último trabajo, la colección de rugidos de león añade “un libro bonito” porque “la ilustración lo hace muy atractivo”, enfatiza. “Es como un puzle: de 0 a 99 años. Lo puede coger un crío de 5 años como primera entrada al mundo del Athletic o una persona de 80 años para recordar tiempos pasados. La ilustración democratiza”, sentencia Carlos. El dibujo es libre, vuela según la mente del artista, es imaginación y es creación. “Te puedes permitir ciertas licencias: mezclar momentos, meter a muchos personajes en la misma página...”, admite Aingeru. Soñar.

Este libro no solo es un rompecabezas, es un parque de atracciones. Claro: Athleticlandia. Así, con este juego, han sido planteados los 21 capítulos y las 350 páginas; las más de 130 historias e ilustraciones a todo color. “Bajo una metáfora de parque de atracciones, he intentado mostrar todo eso que hace del Athletic el club más fascinante del mundo”, señala Carlos. Junto a las curiosidades que irrumpen en las siete bellas artes y en otras, hay acontecimientos futbolísticos. La noria que se acerca al cielo de los éxitos o que baja acechando los infiernos... “El colofón maravilloso ha sido la gabarra. Es la ilustración final. La primera es la campa de los ingleses y la última es esa, por lo que se ve cómo ha evolucionado la ciudad y el fútbol: 125 años después, por el mismo sitio por el que entró el balón, hay una gabarra del Athletic campeón. Nos parecía el cierre perfecto”, cuenta Carlos.

Prólogo de Muniain

Y el inicio, el prólogo corre a cargo de Iker Muniain. “Me gusta mucho cómo ha quedado la ilustración y el significado de que el último gran capitán del Athletic nos haya prologado el libro. Además, cerrando de su puño y letra manuscrito con la canción que escribió para la celebración del título de Copa. Ha sido un regalo”, agradece Aingeru. El diseñador gráfico, a lo largo del carrusel de Athleticlandia, ha ido adaptándose a los tiempos. “El club empezó hace más de 125 años en la campa de los ingleses, y lo reflejo con una ilustración muy vintage, sepia, desgastada. Luego, vas pasando las páginas y vas viendo cómo va llegando la actualidad y las imágenes pasan de ese look ajado a uno más pop y colorido, a una ilustración más digital”, explica el artista. “No era solo adornar, sino contar. Carlos tiene mucha hemeroteca y mucho archivo. También, he intentado que cada ilustración y cada paso de página tenga un estímulo y no sea lo mismo durante todo el libro”, añade Aingeru para pintar el mundo del Athletic.