El asumible impacto de las posibles bajas en el Athletic

No poder contar con gente que sobre el papel opositaría a figurar en la primera alineación oficial del curso constituye un inconveniente, pero en absoluto debe suponer un problema. La existencia de lesionados se ha de tomar como una situación normal, inevitable, habitual; sea con estos o con otros jugadores implicados es algo que se irá repitiendo a lo largo de todo el calendario. Lo importantes es que, salvo que se produzca una plaga de lesiones, la plantilla reúne piezas suficientes para que Ernesto Valverde diseñe un bloque de garantías. Y pase lo que pase en los días siguientes, así será también de cara a la apertura de San Mamés.

Solo la portería concentra una circunstancia anómala al estar lesionados Unai Simón y Julen Agirrezabala. Una casualidad que posibilitará la presentación en sociedad de Alex Padilla. Aunque se habla de los progresos de Agirrezabala, su regreso todavía se hará esperar. Aparte del alcance de su dolencia, acumula semanas sin contacto con el balón y sus compañeros. Este aspecto es extensivo a Dani Vivian, quien por mucho que haya trabajado en solitario, carece de ritmo. Además, qué sentido tendría forzar cuando Yeray y Paredes se hallan en perfectas condiciones, rodados y, en el caso del primero, disfrutando después de los contratiempos que ha coleccionado. Hace ahora un año, por ejemplo, estaba descartado del todo para aparecer en las convocatorias y tardaría varios meses más, con otra intervención quirúrgica por medio, en incorporarse a la dinámica del grupo.

De Marcos quizás esté listo para la primera jornada, de no ser así el entrenador recurrirá a Gorosabel, cuya captación en parte se justifica por la necesidad de cubrirse ante las dificultades que atraviese el capitán, que ya tiene una edad. Tema resuelto, sin descartar que Gorosabel vaya a jugar por sus méritos en los encuentros habidos.

Ruiz de Galarreta está lejos de figurar entre los elegidos. A lo mejor viaja a Alemania, pero se ha tirado desde el 8 de julio en la enfermería y permanece inédito. La identidad de su sustituto es incierta. Vesga ha superado una lesión muscular, tuvo media hora contra Osasuna y fue titular en Inglaterra. Posiblemente le falte ritmo, si bien tampoco a Herrera se le ha visto muy fino. La solución puede depender de cómo mezclan, a ojos del técnico, con un Prados cuyo peso específico en el conjunto no deja de cotizar al alza. Cada actuación le atornilla más al puesto.

Y queda por desvelar el asunto de Nico Williams. Decidió adelantar su vuelta al currelo, noticia balsámica en el entorno rojiblanco, y no es preciso ponerse muy imaginativo para predecir que gozará de minutos frente al Stuttgart, media horita por ejemplo, y que, si no de salida, Valverde le reserva un sitio el próximo jueves. Esto no estaría conectado al estado físico de Djaló. Su lesión muscular ante el Aston Villa ha sido catalogada como “leve-moderada”, está por ver si le impide acceder a la lista del jueves, pero en cualquier caso hay recursos. Berenguer, de los que más ha participado en los amistosos, aporta una solución lógica en una delantera al lado de Guruzeta e Iñaki Williams.

Nombres al margen, el equipo no ha dejado de progresar. La paulatina subida del grado de exigencia por la entidad de Osasuna y Aston Villa ha permitido contemplar a un Athletic decidido, correoso y bastante certero. El cruce con el Sporting de Portugal fue prematuro para efectuar una valoración. La Euskal Herria Txapela sí fue una piedra de toque interesante. Asistir a la impotencia de Osasuna acaso superó expectativas, incluso las más optimistas. No hubo color y eso es mucho decir, pero se ajusta a la realidad. Y caer en el 89 ante un gallo de la Premier es interpretable como un episodio beneficioso para la autoestima.