El partido midió anoche al Atlético de Madrid y al Athletic en el Metropolitano estuvo marcado por los insultos racistas recibidos por Nico Williams en la primera mitad del encuentro y que obligaron a que el choque se detuviera por unos pocos minutos después de que el colegiado del encuentro, Juan Martínez Munuera, activara el protocolo ante situaciones similares.
En el acta que redactó al término del encuentro el colegiado alicantino, este recogió que los insultos al menor de los Williams fueron escuchados por el juez de línea principal, el que se ubica en la zona de los banquillos y que en el momento en el que Nico se disponía a lanzar el córner estaba junto a él.
Así, en su escrito, Martínez Munuera expone lo siguiente: “En el minuto 36 del partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono “UH UH”, siendo escuchado por el Árbitro Asistente nº1 al mismo tiempo que el dorsal nº11 del Athletic Club, Nicholas Williams. En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al Delegado del Atlético de Madrid que el partido no sería reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente pera esta vez entrando todos a vestuarios. 1 minuto después se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo”.
PROTOCOLO MAL EJECUTADO
Cabe apuntar que el protocolo contra el racismo no estuvo correctamente ejecutado por los responsables del Atlético de Madrid, ya que se limitaron a señalar por la megafonía del estadio que se habían producido “cánticos ofensivos”, cuando lo correcto debió de ser apuntar que se habían proferido insultos racistas.