"Cuarenta años y todo se redujo a un solo disparo. A las 0.51 de la mañana en Sevilla, Alex Berenguer se paró en el punto de penalti, tenía un tiro, una oportunidad, para conseguir todo lo que siempre quiso. A lo largo de cuatro décadas y cinco finales perdidas consecutivas -son seis-, el Athletic Club había estado cerca pero nunca tanto como ahora y no iba a dejarlo escapar. No ahora. Berenguer se hizo a un lado, corrió hacia el balón, lo estrelló en el ángulo inferior de la red y siguió corriendo. Por encima de los carteles publicitarios, a través de la pista y hacia los miles y miles de aficionados que celebraban su primer gran trofeo en un generación. Hora de desamarrar la barcaza que no se atrevían a nombrar. El medio de transporte tradicional, casi místico, del Athletic a la hora de celebrar títulos, con su imagen envolviendo la ciudad, su sola mención provocando nostalgia y añoranza, por fin puede volver a zarpar”. 

Con estas líneas, utilizando la intro del tema Lose Yourself de Eminem -If you had one shot or one opportunity to seize everything you ever wanted in one moment, would you capture it or just let it slip?- para describir la situación del extremo de Barañain ante el penalti decisivo, arrancó Sid Lowe en The Guardian su crónica de la final de Copa, un ejemplo de la gran trascendencia que ha tenido en la prensa mundial el éxito rojiblanco que pone fin a sus cuarenta años de sequía en su torneo fetiche.

Inglaterra, Estados Unidos, Argentina, Alemania, Italia... Las sentencias elogiosas han sido múltiples, haciendo que el 25º título copero de la entidad de Ibaigane haya tenido un alcance planetario. “Un club único, el corazón de una comunidad, vivió un momento único, derrotando al Mallorca en los penaltis tras un empate (1-1) en La Cartuja, una ciudad 900 kilómetros al sur poblada temporalmente por 100.000 de ellos”, añadía The Guardian.

ADIÓS A LA ANGUSTIA

Por su parte, el medio digital deportivo The Athletic, propiedad de The New York Times, destacaba que “más de 40.000 aficionados del Athletic en el estadio bailaron y cantaron con su equipo mientras el club y la afición, que habían sufrido constantes angustias en la Copa durante cuatro décadas y seis derrotas en finales, saboreaban su momento”. Además, se maravillaba de que Athletic Hiria luciera un llenazo hasta la bandera “siete horas y media antes de que arrancara el encuentro” y de las decenas de miles de aficionados que se desplazaron hasta Sevilla sin entrada “pero queriendo y necesitando participar” de este evento.

En ESPN se hacía referencia al éxito rojiblanco tanto en su versión en castellano como la inglesa. “El rey de Copas se había convertido en el rey de la desgracia en esta competición con cinco finales perdidas entre 2009 y 2021. Necesitó de los penaltis para romper por fin su mal fario 40 años después”, recogió en la primera de ellas, mientras que en la segunda destacaba “la explosión de emoción” vivida en La Cartuja “después de tres horas de tensión”.

TEMBLAR PARA GANAR

El diario deportivo argentino Olé apuntaba en su edición digital que el Athletic, un “equipo icónico”, había escrito “una nueva página dorada de su historia” con este título. “Después de cuatro décadas, festeja Bilbao, la mitad del País Vasco”, finalizaba. El Bild alemán, fiel a su estilo, titulaba con un contundente “Drama de 911”, haciendo referencia al número de teléfono de emergencias y utilizaba frases como “¡temblaron durante mucho tiempo, pero al final ganaron la final!” o “¡la maldición queda rota!”. Más analítico fue Filippo Ricci en La Gazzetta dello Sport, alabando el partido de Nico Williams y el “gran ambiente como siempre en Sevilla, más cuando están involucrados los vascos”.