“Estoy tranquilo”. Ernesto Valverde ha comparecido en la previa de la final desde el estadio de La Cartuja con el mismo semblante de siempre. Quizá, incluso, más tranquilo que en otras ocasiones. Se ha permitido hasta bromear en algún momento y ha charlado con la prensa tranquilamente durante los quince minutos que ha durado la rueda de prensa. El técnico del Athletic le ha dado naturalidad a la masiva presencia de aficionados rojiblancos en la ciudad de Sevilla, donde llevan haciéndose notar desde la tarde del miércoles, y también al hecho de disputar una final de Copa, que para él será la segunda en el banquillo bilbaino. La anterior fue en 2015, cuando se topó con el Barcelona de Luis Enrique Martínez en el Camp Nou. La de este sábado será bien distinta, con el Mallorca como rival. Lo sabe Valverde, que la ha tildado de final “abierta”.

El técnico rojiblanco no ha querido darle mucha importancia a ese papel de favorito que se empeñan en darle a su equipo desde Mallorca. “No sé si en una final se puede hablar de favoritos. Depende de quién juegue. Nosotros somos dos equipos que los partidos que hemos jugado han sido muy igualados, salvo el último. Realmente nos da igual lo que se considere desde fuera”, expuso. Y llegados a este punto se permitió bromear de la siguiente manera: “No me importaría reconocer que somos favoritos si me regalan un gol. Pero como no lo van a hacer… El partido está abierto. Cuando el balón eche a rodar hay las mismas posibilidades”.

Cuestionado sobre el equipo, que se ha ejercitado a última hora sobre el mismo escenario de la final, ha asegurado que están “bien”. “Estamos contentos de estar aquí. Desde el principio de temporada estamos soñando con estar en este campo y jugar esta final. No es algo que nos haga tener un exceso de responsabilidad o no. Somos un equipo que ha jugado cinco finales y ha perdido las cinco en el siglo XXI. No tenemos nada que perder. Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder”.

Quiso quitar presión a sus futbolistas Valverde, apuntando que “no solo queremos intentar agradar a nuestra afición. Nuestra responsabilidad es con el club, que siempre quiere ganar”. De la misma, ha normalizado la enorme marea que acompaña a su equipo. “El Athletic siempre desplaza aficionados a cualquier final. La gente tiene que entender lo que significa una final para nuestro club. También es una oportunidad para demostrar la implicación del club con nosotros. Y también se disfruta, más allá del resultado. Obviamente, también es una oportunidad para ganar. Se trata de un partido de fútbol y eso es lo que nosotros sabemos hacer, jugar”.

En este sentido, en lo relativo a cuestiones puramente futbolísticas, Valverde no espera grandes sorpresas en el planteamiento de su rival. “El Mallorca es un equipo correoso, que intenta hacer largos los partidos, es difícil de sobrepasar, es peligroso en la estrategia y con sus futbolistas de ataque. Cuando se planta hace una presión alta, son valientes también. Llegados a este punto hay que ser fieles a ese juego. Ellos intentarán hacer el juego que les ha traído hasta aquí”.

EL MÁS IMPORTANTE

Por último, el técnico del Athletic ha asegurado que cuando en el verano de 2022 tomó la decisión de regresar al Athletic nunca pensó en que iba a estar viviendo de nuevo una final. “No piensas mucho más allá que en el presente. Ahora estamos aquí, pero supongo que es por el trabajo que han hecho los jugadores durante todo este tiempo. Pero no me planteo qué puede pasar dentro de tres o cuatro semanas, o seis meses. No me lo planteé, pero está bien no pensarlo y conseguirlo”.

Eso sí, no ha tenido reparos en admitir que efectivamente, este es el partido más importante que va a dirigir como entrenador del Athletic: “Ahora mismo es el partido más importante. También lo fueron el del Atlético o el del Barcelona, pero sé lo que significa este partido si pudiéramos ganar. Las finales siempre están señaladas en el calendario. Es un partido importante para mí, claro”.