Iker Muniain sabe lo que es jugar una final de Copa. De hecho, será la quinta en su carrera deportiva y por eso en la previa del duelo ante el Mallorca habla con la pausa de la experiencia y con la contundencia de la veteranía: “Las sensaciones que tengo son buenísimas, el equipo ha entrenado bien esta semana y nos hemos enfocado únicamente en preparar el partido. Esta temporada tenemos una buena dinámica y esperamos que esa inercia positiva nos acompañe para sacar esto adelante”. El capitán rojiblanco dice tener “el optimismo por las nubes”, pero rebaja las expectativas de quienes, como el técnico del Mallorca Javier Aguirre, coloca a los leones como claros favoritos: “La palabra favorito y la Copa no pueden encajar en el mismo contexto. He jugado muchas ediciones de esta competición y el favoritismo no gana partidos y menos en la Copa y menos en la final”. Así, ni siquiera el último marcador que el Athletic cosechó ante el Mallorca, ese 4-0 en San Mamés del pasado febrero, hace que Muniain incline la balanza hacia los suyos: “Los resultados, sobre todo ese último en el que ganamos cómodamente no tienen mucho que ver porque una final es una final. Es un partido diferente y especial. Para lo único que nos puede valer ese partido es para conocerles más, sacarles defectos y puntos fuertes y en eso nos hemos enfocados”.

A las puertas de una final, Muniain ha evitado hablar en primera persona. Incluso ha dicho que mencionar su posible marcha del Athletic (termina contrato el próximo 30 de junio) sería “una aberración”. Sin embargo, el capitán ha recordado que “esta será para mí mi quinta final de Copa y ha día de hoy no he podido ganar ninguna. Sí he ganado la Supercopa, pero la Copa no”. Es decir, el 10 rojiblanco afronta el duelo “con muchísimas ganas”, pero también asumiendo el rol que esta temporada le ha otorgado Ernesto Valverde. El desempeño de Muniain ha descendido notoriamente puesto que esta campaña ha disputado 20 partidos y solo 7 de ellos han sido como titular. Pero eso no significa que la ilusión del navarro en esta edición de Copa sea menor que en otras ocasiones en las que le ha tocado ser protagonista: “Lo llevo prácticamente igual que todas las finales que vivido, desde la primera hasta la que toca ahora. La llevo con toda la ilusión que tengo, como si fuera la primera; aunque es cierto que tengo otro rol que quizás en otras finales no he tenido, pero hay que estar preparado para todo”. Por eso, Muniain se ha visualizado “ayudando al equipo en todo lo que puedo”: “Desde que nos levantemos por la mañana hasta que el árbitro pite y en lo que transcurra después de ello. Solo tengo eso en mi cabeza: ayudar a mis compañeros y amigos para hacer un buen partido”.

Respecto al encuentro, el capitán lo prevé “muy disputado”, pero aseguró que el Athletic “intentará ser protagonista y meterle ritmo al partido”. Y, aunque se mostró muy respetuoso con un Mallorca “físicamente fuerte e intenso”, ha avisado de que de todas las plantillas de las que ha formado parte en estas 15 temporadas que lleva como león esta es, sin duda, “una de las más completas”: “Esta es una plantilla muy equilibrada, con unas cualidades magníficas que aúna gente veterana con jóvenes con mucho descaro”.

No tocará la Copa

En la cabeza de los más supersticiosos aparece siempre esa edición de Copa en la que, al saltar al césped, Muniain tocó el trofeo. Fue en la final perdida ante la Real Sociedad (0-1). El Athletic perdió por culpa de un penalti transformado por el txuri-urdin Mikel Oyarzabal, pero para calmar las mentes mal pensantes, el capitán fue claro: “No tocaré la Copa”. Aunque después matizó: “La toqué una vez sí, pero de las cuatro finales que he vivido hasta ahora solo la he tocado una vez y en las otras tres ediciones también perdimos, así que no creo que ese gesto sea trascendente”.