La derrota frente al Betis deja bastantes cosas sobre las que reflexionar. Empezando por la actitud que adoptó Nico Williams antes del descanso y que acabó con el extremo expulsado por una chiquillada; continuando por la pobre imagen, una vez más, ofrecida por el Athletic lejos de San Mamés; y terminando por algunas decisiones de Ernesto Valverde, como que Imanol García de Albéniz, del que parece que tendrá que echar mano el jueves para cubrir la más que posible baja por lesión de Yuri Berchiche, que tuvo que ser sustituido antes del descanso, disputara ayer sus primeros minutos en lo que va de 2024. Lo de Guillermo Cuadra Fernández, un árbitro que parece poco amigo de seguir un mismo criterio, como demostró expulsando ayer a Nico y no haciendo lo propio meses atrás con Vinicius, mejor obviarlo.
Dejando a un lado la actitud infantil del menor de los Williams, de la que seguro aprenderá para no repetir un hecho similar en el futuro, y para eso está, entre otros, su hermano Iñaki, lo más preocupante del choque de ayer domingo en el Benito Villamarín es la sensación de que el equipo volvió a incidir en los mismos errores de sus últimos encuentros lejos de San Mamés. Cuando una circunstancia sucede en una única ocasión no hay razones por las que preocuparse, pero cuando se repite en el tiempo, como es el caso, toca analizar a conciencia los motivos. Y ese es trabajo para el cuerpo técnico y la plantilla. Superado por el ritmo que imprimió de salida el Betis, que venía de jugar el jueves en Croacia, donde se despidió de la Conference League, las imprecisiones con el balón y los desajustes fueron la tónica en la primera mitad, en la que los locales marcaron dos goles para dejar encarrilado un partido que se le puso más cuesta arriba si cabe al Athletic cuando se quedó con diez.
Aunque Gorka Guruzeta se empeñó en poner algo de emoción con su décimo gol del curso en liga, si bien solo es el segundo lejos de San Mamés, la segunda mitad estuvo de más. Con uno menos sobre el césped fue un quiero y no puedo, aunque quizá esa actitud que ofreció el equipo a la vuelta de vestuarios le habría servido para dejar una mejor imagen en los primeros 45 minutos, en los que se repitieron muchos de los errores de sus últimas salidas. No es casual que el Athletic no haya ganado en ninguno de sus cuatro últimos encuentros de liga a domicilio: Valencia (1-0), Cádiz (0-0), Almería (0-0) y Betis (3-1), y que si venció al Atlético en Copa en el Metropolitano fue por un golpe de suerte. Tiene trabajo Valverde.
Pero no solo en esa cuestión, pues si de algo ha pecado el técnico en muchos momentos es de rotar poco. Y ahora, a consecuencia de las lesiones, con Yuri descartado y a la espera de una posible recuperación de Iñigo Lekue, es muy posible que el jueves tenga que jugarse el pase a la final de Copa con el joven Imanol García de Albéniz en el once. Un futbolista con el que apenas ha contado y al que puso la cruz tras un mal partido frente al Valencia el pasado 29 de octubre. Cuatro meses después, el lateral volvió a jugar en liga, dejando algunas lagunas en defensa, propias de su inactividad, pues se vistió de corto por última vez el 7 de diciembre para jugar ante el Cayón. Que Oihan Sancet, con la excepción de la visita copera del Barcelona a San Mamés, esté muy lejos de un nivel aceptable, también merece una reflexión.
Eso sí, quizá no es casual que en esta jornada ninguno de los cuatro semifinalistas coperos haya ganado, pues la Real Sociedad cayó derrotado frene al Villarreal y Mallorca y Atlético de Madrid no pasaron del empate. Por suerte, la vuelta de semifinales se disputará en San Mamés. Una cita a la que el Athletic llegará con las dudas propias de una derrota y tras desperdiciar una oportunidad de oro para dejar casi sentenciada su presencia en Europa.
La cifra
400
Óscar de Marcos jugó ayer, en el Benito Villamarín, su partido número 400 de liga, disputados todos ellos con la camiseta del Athletic. El lateral es el octavo jugador en activo de LaLiga, entre los que se encuentran sus compañeros Raúl García e Iker Muniain, en haber alcanzado esa cifra redonda.