Muchos aficionados del Athletic coinciden en señalar que la temporada 2004-05 era la campaña en la que tocaba regresar a una final de Copa tras veinte largos años sin lograrlo –y ganarla– y todo parecía encaminado a ello. Un equipo que realizaba un fútbol ofensivo de la mano de Ernesto Valverde, quien vivía por aquel entonces su primera experiencia al frente del conjunto rojiblanco, y un empate a cero ante el Betis en el choque de ida de las semifinales, disputado en el Benito Villamarín, llenaron de ilusión y esperanzas a la parroquia rojiblanca, que saboreaba la posibilidad de reeditar un título copero tras 21 años de sequía. Claro que el partido de vuelta en San Mamés acabó con idéntico resultado al de la ida y como quiera que el marcador tampoco se movió en la prórroga, Osasuna conocería a su rival en la gran final tras la tanda de penaltis. Las cinco primeros penas máximas se saldaron con un error para cada equipo y en la muerte súbita, tras el fallo de Santi Ezquerro, Luis Fernández (Argomilla, 1972) asumió la responsabilidad, lanzó el sexto de su equipo y batió a Iñaki Lafuente para eliminar al Athletic.

Esta noche, los caminos del exfutbolista y el equipo bilbaino vuelven a cruzarse en un escenario en el que Luis Fernández recorrió la banda izquierda en innumerables ocasiones. Exjugador del Racing y del Betis, ahora ejerce como técnico del Cayón, rival del Athletic en la segunda ronda de Copa, una cita que se disputará en El Sardinero y no en el estadio Fernando Astobiza, donde el equipo cántabro juega sus encuentros como local, pero que ante la falta de luz, se verá obligado a desplazarse a la capital.

En una pausada charla en el vestuario local del Cayón, Luis Fernández no olvida aquel tanto en la tanda de penaltis de las semifinales de Copa de 2005. “Fue el gol más importante de mi carrera, aunque tampoco he metido muchos, por lo que no era muy difícil”, relata entre bromas. “Fue como el premio para mí a tantos años de trabajo y sacrificio. Fue una noche muy bonita, con un gran ambiente en San Mamés. Siempre parece que los premios se los llevan los delanteros por los goles o lo porteros por sus paradas, pero en la vida te quedan momentos como esos para recordar. Gracias a Dios salió bien, porque tuvo un final feliz con el título de Copa, porque si no hubiésemos ganado nadie se acordaría de la tanda de penaltis”.

El gol decisivo al Athletic. efe

En aquella noche de mayo, Luis Fernández era ya un veterano de 32 años que no dudó ni un segundo cuando le tocó asumir la responsabilidad de lanzar el penalti. “Vi que era mi momento, porque después de que se eligieran a los cinco primeros lanzadores el resto eran chavales jóvenes que venían de la cantera. No era sus responsabilidad y como veterano tuve que tomar la decisión de tirarlo yo”, rememora. Eso sí, no oculta que lo lanzó sabiendo a dónde iba a tirarlo y consciente de que en caso de fallar, el Betis tendría aún una segunda oportunidad: “Yo soy muy frío. Igual es que no me da para más, pero soy así. No le di vueltas. Además, era consciente de que era un penalti que si fallaba, no pasaba nada, porque no se acababa ahí la cosa. Siempre he mantenido que el peor penalti era el de Lembo, que era el quinto y si fallaba, nos eliminaba el Athletic”.

TERCERA ELIMINATORIA

La de esta noche será la tercera ocasión en la que el ahora técnico del Cayón se enfrente al conjunto rojiblanco en una eliminatoria de Copa. Hasta la fecha ha firmado un pleno, pues además de la citada en las semifinales de la temporada 2004-05, en la campaña 2007-08, su última como profesional y defendiendo los intereses del Racing, se cruzó en el camino del Athletic en los cuartos de final. No jugó en el choque de ida, que se saldó con triunfo por 2-0 para los cántabros, pero sí en el 3-3 de la vuelta, en el que fue titular.

El choque de esta tarde poco o nada tiene que ver con aquellas eliminatorias, empezando por la enorme diferencia existente entre un equipo y otro. Mientras el Athletic compite por entrar en Europa, el Cayón lucha por no bajar a la quinta categoría del fútbol estatal.

“El primer paso para poder eliminar al Athletic es que los chavales salgan mentalizados de que hay que estar muy bien posicionados”, relata el técnico. “Luego, esperar a los momentos adecuados para aprovecharlos. Van a ser muy pocos, pero cuando los tengamos, tendremos que acertar”, agrega Luis Fernández. Eso sí, consciente de la enorme dificultad que entraña la empresa, casi resignado, no oculta que “al final va a depender mucho de que el Athletic no tenga su día, que eso es lo fundamental”. “Tiene que darse un partido de esos en los que al equipo grande se le atraganta la noche y al inferior le sale un partidazo”.

Feliz por la oportunidad que podrán vivir sus futbolistas esta noche enfrentándose al conjunto rojiblanco, Luis Fernández lamenta que el partido no vaya a disputarse en el Fernando Astobiza: “Nos resta opciones. Ellos lo van a tener más fácil, porque aunque las dimensiones son las mismas, cuando juegas en un estadio así todo se te hace más grande y ellos están más que acostumbrados. A los chavales ya les he dicho que me dan envidia por lo que van a vivir, pero tengo esa pena de que no lo vayan a poder disfrutar en nuestro estadio”.

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Elogios a valverde

Para dar por concluida la charla, Luis Fernández no desaprovecha la ocasión de poner en valor la figura de Ernesto Valverde, a quien dice tener como un referente en los banquillos y con quien estuvo charlando en la visita del Athletic al Fernando Astobiza para disputar un amistoso ante el Racing este verano. “Ernesto para mí es como la figura perfecta de un entrenador. Un tipo correcto, que hace jugar a sus equipos, a los que saca un rendimiento espectacular. Creo que todos los jugadores, jueguen mas o menos, están a gusto con él”, apunta. Por último, no oculta que tiene en el de Viandar de la Vera un espejo en el que mirarse: “Es el tipo de entrenador de los que a mí me gustan”.