AL término del último partido del Celta, el 1-1 contra el Sevilla en Balaídos, Iago Aspas golpeó el televisor del VAR como violenta expresión de la frustración. Las declaraciones posteriores se focalizaron, como lo ha venido haciendo el vestuario, en la actuación arbitral. “Parece que cada vez que sacamos la cabeza nos quieren hundir más”, denunció el capitán ante los micrófonos de DAZN. “Antes de que me preguntéis. Fuerza es igual a masa por aceleración. En newtons se mide la fuerza. ¿Cuánto es suficiente para derribar a una persona?”, lanzó con ironía en el comienzo de la rueda de prensa posterior al encuentro el técnico Rafa Benítez, sugiriendo al Comité Técnico de Árbitros la introducción de un físico en la habitación del VAR para impartir mayor justicia. Desde la entidad viguesa enumeran al menos hasta siete errores arbitrales (cuatro goles anulados, dos expulsiones y un penalti no concedido) que han mermado las aspiraciones del equipo tras doce jornadas. “Si queremos tener la mejor liga del mundo, con estas decisiones no avanzamos”, prosiguió Aspas. Este es el ambiente que se respira el Vigo, el de sensación de injusticia.

En el lapso transcurrido de la competición liguera, el Celta ha sumado 7 puntos. Aparece hundido en la 18ª posición de la clasificación tras una sola victoria (Almería, 2-3), que se produjo en la cuarta jornada, cuatro empates y siete derrotas. Los fantasmas de la pasada temporada, cuando el cuadro vigués se salvó en la última jornada al imponerse por 2-0 al Barcelona campeón, permanecen merodeando al Celta.

Aseguró Benítez en su día que el equipo hace el 80% de las cosas bien y que es ese 20% que se escapa de su influencia el que tanto penaliza. Por otro lado, cuestionado por el desempeño de sus jugadores en los tramos finales de los encuentros, el entrenador situó a sus pupilos en el Top 5 de la liga. Pero lo cierto es que los segundos actos están condenando a este Celta, que este viernes visita San Mamés con la necesidad imperiosa de imponerse al Athletic.

“Nos falta oficio”, aseveró Benítez tras la remontada del Barcelona (3-2), que firmó sus tres goles en un intervalo entre el minuto 81 y el 89. “El otro fútbol”, dijo el técnico en relación a la incapacidad de su equipo para dormir los partidos, a la mala gestión en los tramos finales. Y es que uno de los problemas que debe resolver con urgencia para cambiar la dinámica es la debilidad mostrada en las segundas mitades de los partidos, y concretamente en los últimos minutos. El combinado vigués ha encajado 14 de los 20 goles recibidos en las segundas partes. Teniendo en cuenta solo esa cifra, el Celta ha cedido 14 puntos desde el ecuador de sus duelos.

El dato es aún más llamativo si se tiene en cuenta que la mitad de los goles encajados se han dado a partir del minuto 80. Real Madrid (Min. 81), Almería (87’), Mallorca (85’), Barcelona (81’, 85’ y 89’), Las Palmas (84’ y 97’), Girona (91’) y Sevilla (84’) se han beneficiado de esta fragilidad celtiña en los compases finales y ello ha significado la pérdida de 12 puntos.

Pero el Celta también está encontrando complicaciones en la relación con el gol. Por el momento cuenta con once dianas a favor –tres de cabeza–, cuatro de las cuales se han producido en Balaídos pese a que junto a Villarreal y Real Sociedad es el equipo que más duelos ha disputado en feudo propio, siete, en los que solo ha sumado tres puntos. En este apartado el máximo realizador es Strand Larsen, que ha firmado tres tantos, perseguido por Douvikas, que suma dos tras recalar en el cuadro vigués como el fichaje más caro del pasado mercado. El club abonó 12 millones de euros al Utrecht para hacerse con los servicios del delantero griego. La salida de Gabri Veiga al Al-Ahli de la liga saudí se está haciendo notar en la faceta ofensiva y cabe reseñar que en los despachos del Celta tampoco se volvieron locos con el ingreso para sus arcas, dado que el club dejó un balance positivo de 29,5 millones tras vender por un valor de 56,20 e invertir una cantidad de 26,70 en refuerzos.

Otro agravante de la situación celtiña es la nula aportación goleadora de su gran referente ofensivo durante un extenso periodo de años. Iago Aspas, buque insignia de la flota sobre el terreno de juego, no ha visto portería en doce jornadas. Recordar en este sentido que durante las ocho temporadas anteriores, la cifra más baja de goles del delantero de Moaña fue de 12 tantos, la protagonizada la pasada campaña.

En cuanto Unai Nuñez, traspasado por el Athletic por un total de 7 millones, se alza como el único jugador que ha disputado todos los minutos, 1.080. Es la referencia defensiva.

Pese a la marcha del equipo, Benítez –que llevaba temporada y media sin ejercer en el cargo tras ser destituido en el Everton– parece gozar de crédito por parte de la dirección del club. Para Marián Mouriño, máxima responsable de la entidad, prima el proyecto deportivo a medio o largo plazo y por lo tanto sería absurdo prescindir del madrileño sin haberse cumplido un tercio del curso. Ello pese a que el club ha sido una trituradora de entrenadores en los últimos tiempos. De hecho, Benítez es el octavo técnico desde la campaña 2017-18, cuando comenzó la época posterior a Eduardo Berizzo, el último que estiró su estancia durante al menos tres cursos. Ahora el Celta buscará sacar su cabeza del descenso a costa de un Athletic que persigue afianzar sus opciones de regresar a competición europea.

La cifra

10

Son los goles que ha encajado el Celta a partir del minuto 80. Es decir, el equipo ha recibido la mitad de los tantos en liga en los instantes finales. Además, 14 de los 20 goles encajados han llegado en las segundas partes.